Asamblea y Concejo: Cómo sesionar sin que pase nada en el intento

Recinto Manuel Londoño y Molina. Fuente: Concejo Girardota.

Digámoslo de entrada: la sesión conjunta entre la Asamblea Departamental de Antioquia y el Concejo Municipal de Girardota, llevada a cabo el pasado 27 de marzo en el recinto del Concejo, fue todo un fiasco.

En lo que se refiere al tema ambiental, razón del encuentro, quedamos como cuando llueve y escampa: sin novedades. El largo orden del día, en donde se buscaba darle voz a gran parte de los actores en materia ambiental de la zona: ciudadanía, autoridades locales, empresa privada y corporaciones descentralizadas, más que propiciar acciones concretas para la solución de la crisis de contaminación que vive la región, se diluyó en discursos sin fondo, sin propuestas.

Ciudadanos de Girardota, Barbosa y Bello aportaron informes sobre las luchas de sus comunidades en torno a la defensa de los recursos naturales y del derecho a un ambiente sano. Temas como la explotación minera en Barbosa, la falta de planeación en Bello y la contaminación del aire en Girardota, se ventilaron frente a diputados, concejales, empresarios y funcionarios del Área Metropolitana y Corantioquia, pero éstos ni se despeinaron.

Nadie pareció asumir ninguna responsabilidad al respecto. Antes bien, el representante de Biochemical Group, Juan Carlos Gonzáles, se mostró preocupado porque según él su empresa ha sido señalada equivocadamente como una de las que más aporta al deterioro del medio ambiente, cuando los procesos industriales que se llevan a cabo allí son realizados con tecnología de punta, lo que garantiza que sus procesos sean “verdes”, amigables con la naturaleza.

La intervención de la sub directora de medio ambiente del Área Metropolitana, Ana Milena Goya, en el sentido de que Girardota goza de una buena calidad de aire, ya nos huele raro. Además, ironiza e irrespeta las quejas legítimas de la comunidad, víctima directa de la contaminación, mostrando como verdad absoluta la evidencia científica que, como veremos, no es válida para el municipio.

La afirmación de que tenemos un buen aire se fundamenta en las mediciones que hace la estación meteorológica ubicada en la Institución Educativa Colombia, ubicación que ha sido cuestionada por un estudio de 2007 aparecido en el Volumen 25, Número 2, de la revisa de la Facultad Nacional de Salud Pública, en  donde se dice que “Las estaciones de monitoreo en los municipios de Girardota y Envigado no están ubicadas en el sitio donde se tiene exposición directa a los contaminantes. Esto hace que los resultados de las mediciones no sean un indicador de la exposición real”.

Otro aspecto de la intervención de la funcionaria tiene que ver con la capacidad de medición con que cuenta la estación de monitoreo. Ella misma dice que el Material Particulado (MP) de 2,5 micras es el más contaminante. Lo que no dice es que la estación de Girardota solo mide MP de 10 micras, 4 veces más grandes que las más contaminantes MP de 2,5. Por ende, el resultado es que la norma no está siendo incumplida en Girardota, y con toda razón: ¡se está midiendo el tamaño que no es y en el sitio inapropiado!

Varios ciudadanos girardotanos, entre ellos el ingeniero Pedro Hoyos, han cuestionado públicamente esta obsolescencia de la estación de monitoreo, por cuanto no mide partículas menores a 10 micras y por cuanto está ubicada en un lugar que no favorece las lecturas reales. Según la Organización Mundial de la Salud, las partículas más peligrosas para la salud humana se encuentran en el rango de las 2,5 micras, partículas éstas que provocan por sí solas una reducción de 8,6 meses en la esperanza de vida en casos en los que la exposición es constante. Es el caso de Girardota.

Por otro lado, dice también la funcionaria que el 70% de la contaminación proviene de fuentes móviles, lo cual es cierto para el caso de Medellín, donde la industria fue desplazada quedando solo la contaminación vehicular. Lo que no dice es que Medellín cuenta con la tecnología necesaria para medir MP de 2,5 micras, Girardota no. Por esta razón no se puede afirmar que en éste municipio del norte la contaminación vehicular es del 70%, afirmación que oculta la abundante contaminación de las empresas, puesto que no existen los instrumentos adecuados para comprobarlo ni para discriminar de dónde proviene realmente le emisión.

Mientras en Medellín hay pico y placa vehicular, en Girardota hay pico y placa para las industrias. ¿Por qué razón, si como dice la funcionaria del Área el 70% de la contaminación es por fuentes móviles tanto aquí como en Medellín?

Algo más que dice Ana Milena Goya es que existe un Plan de descontaminación para toda el Área Metropolitana. En el marco de este plan han advertido a los industriales que “el carbón es la mayor fuerza de contaminación, según los parámetros (…) lo ideal es usar un tipo de combustible que no sea carbón porque es el que más aporta”. Sin embargo, hace menos de 2 años Enka de Colombia recibió una licencia por parte del Área Metropolitana (AMVA), para quemar más de 200 toneladas de carbón diarias. Parece que el plan de descontaminación es solo para Medellín, no para Girardota.

Existen 22 estaciones de monitoreo de Barbosa a Caldas, y en cada una de las estaciones las lecturas varían con respecto a las demás. Esto quiere decir que el nivel de contaminación depende del lugar del Valle donde nos encontremos, de sus especificidades urbanas e industriales y de sus condiciones atmosféricas particulares. Por eso, el argumento de que el sistema atmosférico del Valle de Aburrá posee unas características tales que el mismo aire de Medellín lo respiramos en Girardota o en Itagüí es al menos cuestionable.

Es absurdo que la percepción de contaminación que tenemos los girardotanos, manifestada por varios ciudadanos en la sesión conjunta del concejo y por otros cientos en las redes sociales, sea tan fácilmente desmentida por un informe que, como vemos, presenta verdades a medias.

Más adelante habló Alejandro Alzate, sub director de Corantioquia para la zona norte, el cual se limitó a hacer un repaso de las competencias que corresponden a la entidad y enfatizó en la posibilidad que tienen de efectuar sanciones contra empresas sospechosas de contaminación, lo cual, según la ley 1333, también es competencia de los alcaldes. Dijo además que en la actualidad hay 7 sanciones, pero no especificó a qué empresas. Se sabe que Pigmentos Nubiola y Enka de Colombia tienen un expediente permanente a través del cual el Área Metropolitana sigue sus movimientos, pero la sustancia de ese expediente no se dio a conocer.

La perla de la sesión fue la ingenua intervención del concejal Evelio Cadavid, quien desacreditó los reclamos de la comunidad señalándolos de chismosos, de rumores sin fundamento, y validó el informe acomodado del Área Metropolitana y de Corantioquia, como verdad absoluta, sin ningún asomo de análisis. ¿No están para analizar los concejales, y para defender los intereses de la población que los elige?

A parte de esto, nada más. La crisis ambiental sigue intacta. 

¿Una nube natural? ¿Contaminación? Secuencia fotográfica tomada durante la media noche del 29 de abril de 2014 donde se muestra el posible origen de dicha nube.