16 jun 2019

Pequeño manual ilustrado de maromas jurídicas para nunca descontaminar el aire del Valle de Aburrá



A medio camino entre el reportaje y el estudio legal, juntando ironía con rigurosidad académica, el abogado y escritor Cristian Zapata aventura una explicación de por qué no mejora la calidad del aire en la región. Una historia de herramientas y normas desconocidas, malentendidas o simplemente ignoradas por los responsables de hacer algo. 

Por Cristian Zapata[1]

“Respirando...”
Lucio Battisti

En este año 2019, en plena crisis del aire en el Valle de Aburrá y con topes de contaminación nocivos para la salud, tuvimos en Medellín una carrera de ciclismo con figuras de primer nivel mundial sin que nadie hablara de eso hasta que se fueron. Y el 17 de marzo, con todas las estaciones de monitoreo en rojo y en medio de niveles dañinos, se jugó el clásico de fútbol paisa Medellín-Nacional, contradiciendo la primera recomendación médica para una crisis de contaminación: evitar abrir los pulmones y hacer ejercicio al aire libre.

Quizás mostramos por fin hasta donde estamos dispuestos a llegar para esconder nuestras miserias. Preferir envenenar a los atletas que quedarnos sin fútbol o reconocer ante los señores importantes del extranjero que Medellín no es tan bonita como nos quieren hacer ver.

Estudios serios se aventuran a decir que la contaminación del aire en la región está matando más que la propia violencia armada, y que cada tres horas al día se reporta un muerto por el mal aire, Medellín tienes tres veces más cáncer de pulmón que una ciudad tres veces más grande como es Bogotá.[2]