Concejo municipal o la pantomima de un debate

Por Sergio Henao

Anoche se “debatió” en el Concejo municipal  el proyecto de acuerdo para cambiar la destinación de los recursos de un préstamo que hizo el alcalde para una cosa pero que ya necesita  gastar en otra. Y se vio lo mismo de siempre: nada de debate. Quienes lo defendían, se enfocaron en el problema de seguridad y para ello se valieron de exposiciones más  emocionales que políticas, que no respondían  a las razones de quienes se opusieron a votar positivo el proyecto.

Dicho acuerdo va a permitir que el Alcalde direccione cerca de 2.220 millones  para atender afectaciones de la ola invernal, intervenir algunos colegios, e  instalar un Boxcolbert para la prolongación de la vía del Inder hacía Santa Ana, cuando aún no se han adquirido ni siquiera los predios. Pero parte importante de esos recursos, 480 millones, van para el proyecto de Policía de Carabineros  en la vereda el Palmar, muy cerca de la propiedad de Vladimir Jaramillo. 

Toda la sesión se enfocó en el proyecto de carabineros. La administración Municipal hizo que personas del sector El palmar y sus alrededores asistieran a la sesión a defender el acuerdo con lo que, al parecer de algunos concejales, era un chantaje. Pues el argumento recurrente era que "nosotros hoy necesitamos de ustedes y mañana ustedes irán a pedir votos". También justificaron la necesidad del proyecto con anécdotas fuera de contexto, puesto que citaron eventos ocurridos durante la época en que los paramilitares se asentaron en la zona. 

Dichos líderes en la mañana de ese mismo día habían participado en un evento con el alcalde y hasta en la producción de un vídeo que publicaron minutos antes de la sesión.

La Señora Olga Mazo, en una lectura accidentada del acta de comisión que aprobó el proyecto para la plenaria (ni sabía leer las cifras y omitiendo toda regla de puntuación), dio a conocer lo que se había aprobado en dicha instancia, pese a los conceptos emitidos por el asesor jurídico, donde se manifestaba la inconveniencia política de aprobar dicho acuerdo, solo el concejal Luis Ignacio negó su aprobación en comisión.

Luego los concejales Luis Ignacio Alzate, Diego Cataño, Sergio Orlas y Luz Mary Sánchez dejaron claro que si bien el proyecto es necesario, no es oportuno seguir endeudando al municipio para atender lo que no es prioritario. Por eso votaron negativo. Además, no cuestionaban tanto el proyecto como la forma en que se había llevado a cabo. Pues lo que comenzó costando 300 millones, hoy llega a 930 millones,  sin sumar la camioneta, las tres motos y el costoso terreno que compraron  al amigo del alcalde para ubicar la unidad. Y un préstamo que se había aprobado para una cosa, ya hoy iba a ser para otra. 

Además, resaltó el concejal de la ASI, en todos los proyectos del municipio terminan con errores de planeación y demoras lamentables.  Por ejemplo, a estas alturas no se ha entregado el auditorio de la Casa de la Cultura a la que le faltan 600 millones mientras se gastaron 300 en estatuas. El complejo deportivo de barrios unidos lleva más de 4 años y la prolongación de la calle 6 lleva 3 en espera de ser terminados. Y para ajustar, cabe recordar que Ortiz adquirió un predio en las cuchillas también con un préstamo. Van 4 años pagando intereses para una compra que no fue necesaria y que además deja muchas dudas sobre su valor real. Lo que queda en evidencia es el afán de dejar contratos firmados porque a todas luces es evidente que en 3 meses que quedan no alcanzarán a entregar lo que en 4 años no se hizo. 

Quienes defendieron el cambio de la destinación de los recursos, omitieron dar respuesta a los argumentos de quienes no estaban a favor. Por ejemplo,  la concejala Natalia Jaramillo, dijo que "a mí no me dieron mejoramiento de viviendas para votar el proyecto" (¿es que dan cosas para votar proyectos? ¿A quiénes sí les dieron?) sino que ella lo votaba porque le parecía lindo y porque otros municipios no lo tenían. Y que, además, en el concejo había que votar respetando las opiniones del otro, o sea, sin debatir ni confrontar las posturas. 

A este punto, no soporté perder más el tiempo en semejante espectáculo y decidí salir. Ya suponía yo cómo iba a quedar el partido porque los goles estaban hechos desde antes de empezar.