Girardota, con una alcaldía que se vendió como alternativa a los poderes tradicionales, se afianza con políticas de derecha. Santiago Orozco, recientemente designado como Secretario de Educación, viene de la campaña de Federico Gutiérrez a la presidencia, y también hizo trabajo político con el equipo de Diego Agudelo que tiene representación en el Concejo y es oposición. Viene del cobijo de Martín Bustamante, al igual que el concejal de oposición Daniel Orozco.
Respecto a temas de seguridad ciudadana y alineado con la postura del gobernador Andrés Julián contra la política de Paz Total del gobierno central, la alcaldía se ha enfocado en vender un modelo populista según el cual más policías y más cámaras repercute en más seguridad. Esta administración, asesorada por José Obdulio Gaviria (!qué indecencia!), niega los efectos de la mesa de diálogos sociojurídicos en Itagui. Siguen el modelo de reclamar incremento de pie de fuerza, recompensas y aplicación de recursos tecnológicos después de cada consejo de seguridad. El enfoque de seguridad humana basado en la prevención del delito y la inversión social lo dejaron de lado.
Un año de diálogo con estas estructuras ha dejado resultados favorables para todo el valle de Aburrá: el secuestro cayó un 56% y la desaparición forzada 35%. También el desplazamiento intraurbano y los delitos contra el patrimonio personal. Se redujeron las extorsiones y la confrontación entre los combos.
La tasa de homicidios al finalizar la anualidad anterior es la más baja desde cuando se registra ese indicador. Mientras en el país la reducción de homicidios fue cercana al 2%, en Medellín fue cercana al 18%. Lo mismo en el Valle de Aburrá. Veamos el siguiente cuadro con número de homicidios y tasas, para los 10 municipios de la región, según cifras de la policía metropolitana o la Meval:
Mientras la administración actual nos vende humo con el tema ambiental, haciendo caso omiso al compromiso de aplicar el fallo del Consejo de Estado de generar un plan de descontaminación para el territorio, también nos vende humo con nombramientos en cargos burocráticos a gente que no es del municipio, otra promesa incumplida, pagando favores a sectores clientelistas de Envigado y Copacabana.
Un caso es el de Santiago Jaramillo, esposo de la concejal Carolina Díaz de Copacabana, del Partido Verde y que trabaja con temas de juventudes en Girardota. Este funcionario tiene actualmente una denuncia en Fiscalía. Aquí el radicado:
Se llenan la boca criticando a Petro porque eso da más réditos en un pueblo conservador, pero es porque al interior de la administración de Bernal se cuaja una alianza de derecha para proyectar las presidenciales del 2026. El Pacto Histórico, que apoyó con votos a esta alcaldía, debe pronunciarse y defender el proyecto del cambio, pues como se denuncia en diferentes espacios, sottovoce, no hay una agenda alternativa a lo hegemónico ni en lo ambiental, ni en lo juvenil, ni en el trabajo comunitario, como se proyectó cuando se decidió apoyar el proyecto de la "Decencia".
En la actual coyuntura con Trump y la migración, la derecha encarnada en Álvaro Uribe Vélez, María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Vicky Dávila e Iván Duque (quien ahora sueña con ser Secretario General de la OEA), celebran la inhumanidad y defienden los intereses del imperio del norte con la esperanza de que este les ayude a recuperar el poder.
Hoy más que nunca se deben unir las fuerzas progresistas del municipio, las juventudes no alineadas ni cooptadas, el movimiento ambiental y las fuerzas del Pacto Histórico: Comunes, la UP, Colombia Humana, Partido Comunista y Polo Democrático. Urge movilizar la agenda ambiental en lo local y nacional. La política es dinámica y las fuerzas están vivas. Esto es solo una provocación.
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