16 ago 2024

Sobre el cierre de la Semana de la Juventud y otras fantochadas




Por Carlos Orlas


Lo que voy a narrar aquí es una muestra de lo que estaba en disputa con los "alternativos" aliados a Kevin Bernal, una camada de jóvenes que se marginaron del Pacto Histórico y lo quisieron marginar de la contienda desde Bogotá, obstruyendo hasta última hora la configuración de una lista unitaria. Dividieron la coalición y con ella el voto del sector alternativo. Del interés por una lista colectiva propia y alternativa se dio paso a la unificación en la alcaldía con dos o tres cargos.

¿Qué estaba en disputa? Una visión de lo alternativo articulada al movimiento social y ambientalista que creció con el estallido social (2021). Una narrativa forjada en la construcción colectiva, una estética de lo rebelde sin autocensura, la crítica al poder, otra forma de hacer política. La lucha ambiental no es negociable, por eso nos opondremos con toda a la construcción de una PTAR en San Diego y seguiremos denunciando el incumplimiento de la sentencia sobre contaminación del aire.

Los hechos

De paso por Girardota, al finalizar la Semana de la Juventud, nos encontramos con un concierto que me hizo recordar la falta que hace una mirada diferente a lo cultural en el municipio. El concierto cerraba con reggetón,  nada malo si hubieran abierto más espacio a otras expresiones musicales. Antes las Semanas de la Juventud tenían mística, mejores músicos, poesía, más teatro, diversidad, cierto aire de protesta porque históricamente la juventud es sujeto de transformación, no de conservación y adulación a las formas del poder hegemónico Y no es que todo el tiempo pasado fuera mejor, pero este aire "nuevo" tiene cierto olor a cajón, a esa doble moral tan girardotana.

Ese cierre de la Semana de la Juventud es una muestra de la narrativa sobre lo juvenil que tiene esta administración: entienden todo como un club de áulicos que se comportan y gritan vítores en los ambientes palaciegos. Me recuerdan a los grupos de jóvenes de las iglesias, o a esos  jóvenes que siguen a un líder en esa lógica militarista de los Boy Scouts. 

Desde el principio el evento parecía una fiesta al estilo gringo, "vibra joven" decía el eslogan. Lo peor, las ovaciones al coordinador de juventudes en pleno evento, volviendo un evento público una feria de la adulación, mucho marketing y culto al individuo y poco contenido. 

Luego de ese acto “juvenil”, queda la sensación de que los jóvenes son despedidos con cualquier espectáculo, sin la curaduría y concurrencia de actores culturales con criterios y trayectorias más amplias. Es decir, manejan las cosas como si fuera un rebaño, un club juvenil que piensa igual y "vibra joven" y siguen a su líder que seguramente ya está haciendo su carrera política como los pichones de políticos que hemos visto crecer en el ciudad .

Que venga ahora, de nuevo, nada nuevo, el Festival del Chicharrón. La narrativa de esta alcaldía  parecen ancladas a un pasado que se repite. Marx lo dijo mejor en ese portentoso análisis político del Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte: "la historia se repite dos veces: la primera como tragedia, la segunda como farsa".

Esta administración con sus "alternativos" ha empezado a mostrar su verdadera cara, la de los conservadores, amigos de la tradición, la propiedad, el orden y la "gente de bien". Sus promesas de campaña con las fuerzas alternativas (subsecretaría de participación ciudadana, vinculación a procesos culturales y ambientales, participación en todas las secretarías en algunos de sus departamentos) quedaron ahí, para variar. 

En cambio, los hechos demuestran que están pagando favores a jefes políticos de Envigado, como quedó evidenciado en la supervisión del contrato de consultoría para la formulación del Plan de Desarrollo, que desdibujó un riguroso ejercicio técnico y participativo liderado por algunos funcionarios de la Administración. Se repite pues la historia, esta vez como una farsa.








7 comments:

Anónimo dijo...

Aquí están borrando los mensajes

Anónimo dijo...

Kevin se olvidó de las veredas con los derrumbes es un desgraciado

Anónimo dijo...

Los constructores de girardota y el carrusel de los 5 y 6 pisos. Pero aquí no dicen nada porque están en la mermelada. Diego Uribe y Pedro Hoyos les dan la limosna.

Anónimo dijo...

Diego Uribe y Pedro Hoyos son socios en negocios y política. Qué pensaran los chimeneos de ésa alianza que hoy los representa y demuestra que han sido instrumentalizados por el capital de un millonario egocéntrico que los compró por unos cuantos pesos. ¿El ambiente de Girardota mejoró con Pedro Hoyos en el poder? NOOO. Fue una trampa para tener a unos idiotas útiles haciéndole campaña. Qué diferencia hay entre Hoyos y Uribe ? NINGUNA. Son mercaderes de la Política

Anónimo dijo...

A mí me parece bien que los chimeneos se dejen comprar por los dos pesos de limosna que Pedro Hoyos les tira con la soberbia y la hipocresía que se gasta. Finalmente cara, pinta y aspecto de limosneros han tenido toda la vida.

Anónimo dijo...

Jajajaja para el sacol

Anónimo dijo...

Anónimoseptiembre 16, 2024 11:11 p. m.
Anónimoseptiembre 12, 2024 11:46 a. m.
Carlos el sobrino de verenice es el dueño del inder y nadie lo puede sacar de ese puesto.que tristeza con estos concejales de girardota ,siempre colocan los mismos petardos en el inder para que tapen lo malo que hacen.