16 mar 2012

Saber distinguir el oro del oropel

TRES MINUTOS CON EL IDIOMA
Por Nelo Solo

Cita: “Por supuesto, no todos los políticos en Colombia son así. Muchos de ellos hacen corresponder sus palabras con los hechos. Son decentes y ejercen el poder dentro de la verdad y la corrección. Son los que les enseñan a los ciudadanos la diferencia entre el oro y el oropel”.
Monsalve, Alfonso. “La palabra como engaño”. elmundo.com Medellín, 29 de enero de 2012.

Alfonso Monsalve es filósofo; y también profesor de filosofía. Digo también, porque no todos los profesores de filosofía son filósofos. Lo mismo pasa con casi todas las áreas del saber: la matemática, la química, la lingüística y la política. Ser profesor implica profesar un saber; si no se profesa el saber que dice enseñar, la sociedad espera como mínimo que el saber poseído sea el pedagógico o, como última esperanza, el didáctico.


Dado que el profesor Monsalve sabe filosofía del lenguaje, ¿por qué no dijo que el verdadero político debe enseñar la diferencia entre ocho y ochenta? O que muchos políticos sí saben cuántos pares son tres moscas, y lo deben enseñar; o sí saben por dónde va el agua al molino, y lo deben enseñar; o sí saben dónde ponen las garzas, y lo deben enseñar… No; dijo que lo que un político debe saber es la diferencia entre el oro y el oropel y, claro, enseñársela a sus ciudadanos.

Del artículo completo del profesor Monsalve se colige la analogía léxica de que ‘oro’ es a ‘palabra’ como ‘oropel’ es a ‘engaño’. Fuera de saber que el oro es un metal precioso ¿qué más sabemos del oro? Y ¿qué sabemos del oropel? El Larousse dice de oropel: “Del latín aura pellis, hoja de oro (yo creo que el diccionario se equivoca en la traducción, porque pellis es piel, que dio origen a pellejo y despellejar). Lámina de cobre batida y delgada que imita el oro. Fig. Cosa brillante y de poco valor. Adorno de oro falso”.

A propósito de ‘oro falso’, fue Feruccio Rossi-Landi (El lenguaje como trabajo y como mercado) quien acuñó la analogía entre palabra y moneda, para postular la existencia de falsas palabras. Cuando la falsedad (oropel) imita a la verdad (oro) aparece el engaño, según el columnista de El Mundo. También existe la posibilidad de la verdad a medias, cuando se acepta que el oropel sea solo piel, como en ‘piel de cordero pero corazón de lobo’. Un ejemplo de verdad a medias es el oro golfi; golfi es acrónimo de gold field, revestimiento o piel o baño de oro, donde de todas maneras lo revestido no es oro. Con razón dicen que las verdades a medias son a la postre mentiras, i.e. engaños.     
 
Vale la pena indagar por la idea subyacente en la canción Oropel, de Jorge Villamil. Dice en la última estrofa: “Amigo cuánto tienes cuánto vales / principio de la actual filosofía / amigo no arriesgues la partida / tomemos este trago / brindemos por la vida / pues todo es oropel”. O sea, lo único verdadero es estar vivo; lo otro es falso, engañoso, ilusorio. ¿Y qué es lo otro? Lo dice la primera estrofa: “No vuelvas a decir jamás / que has triunfado en la vida / en cosas de fortuna / o en cosas del amor […] Hoy juegas la ruleta / y en sus vueltas locas ganas oropel”. Al mirar la trilogía ‘salud, dinero y amor’, para Jorge Villamil el único oro real es la salud, porque todo (la fortuna y el amor) es oropel.

La locución “No todo lo que brilla es oro” ―no hay que fiarse de las apariencias― para el filósofo del lenguaje cobra inusitada actualidad, precisamente cuando inician su gestión decenas de gobernadores y centenas de alcaldes. Mejor dicho, obras son amores y no buenas razones, señores políticos metidos a gobernantes.


7 comments:

Anónimo dijo...

En cuanto a los funcionarios publicos que son profecionales en alguna area del saber, se creen tan buenos, inteligentes e ilustres, que si eso fuera verdad por que se matan tanto por un puesto publico, que es apenas de un corto tiempo y con unos honorarios muy bajos, para un profecional de tan buena calidad?, un buen profecional esta trabajando en sector privado, donde de verdad se miden con indicadores de calidad, reponsabilidad, honestidad y eficiencia, hay no caben los politiqueros que casi todos son empleados publicos por cada 4 años, según su padrino politico.

Anónimo dijo...

Ha en el articulo anterior el oro es el profecional que trabaja en el sector privado y el oropel es el profecional que es empleado publico, este ultimo los encontramos en secretarias municipales y puestos de cargo profecional, puesto que en ninguna empresa del sector privado no pasan ni la entrevista por esa vision del mundo tan cerrada.

Anónimo dijo...

pura baba...aprenda a escribir primero

Anónimo dijo...

Yo he trabajado en los dos sectores, y que me van a decir a mi , igual hay burocracia, corrupcion y clientelismo en todas partes, eso no depende de la empresa, ni del sector, siempre va depender de la persona, y del profesional

Anónimo dijo...

los politicos solo saven rovar, poner leyes que ni eyos las cumplen , todo para el vien estar de eyos el puevlo les importya un pepino

Anónimo dijo...

les encanta estar mamando la teta no la quieren soltar , se deve aser una limpiesa en estos sectores, es muy importante tomar en cuenta que si ay personas buenas desempeñando sus lavores, ay personas demasiado inrresponsavles en honduras se dan muchas inrregularidades ,

Anónimo dijo...

Diossssssss.......... no puedo con la mala ortografía.