1 mar 2012

¿Coquetería = maquillaje?


TRES MINUTOS CON EL IDIOMA
 Por Nelo Solo

 Cita: “unojo dijo... […] su énfasis está en las palabras, que interesan sobre todo a la gente civilizada: a quienes son capaces de entender las sutilezas del lenguaje […] Agradezco sus artículos, muy coquetos”. Pueblo, enero 16, 2012 10:50 PM.

 El adjetivo coqueto(a) casi siempre lo he oído como calificativo de personas. Solo en dos ocasiones, de cosas; la primera, a un periodista deportivo refiriéndose al estadio Atanasio Girardot; la segunda, al(a) comentarista de Pueblo.


Para saber cómo es un objeto coqueto, voy a rastrear primero en los humanos qué es la coquetería –femenina– y qué es el coqueteo –masculino-. Coquetería: lo que hace una mujer para aumentar su belleza o para agradar a un hombre o a los hombres; coqueteo: intento de agradar a alguien valiéndose de ciertos medios y actitudes estudiados. Nótese que lo común en ambas definiciones es el ‘intento de agradar’.

O sea que un objeto se vuelve coqueto cuando alguien lo interviene, con la intención de hacerlo agradable y atractivo. Con todo, vale preguntar: ¿para qué alguien interviene un objeto para que de no coqueto pase a ser coqueto? Esta pregunta me parece que instaura un círculo vicioso parecido al de la relación de la llave con la chapa. Si se pregunta si la llave abre la chapa, se responderá que no porque la llave sin alguien que la accione jamás podrá abrirla; entonces habrá que preguntar nuevamente si alguien con esa llave sí podrá abrir esa chapa, y se responderá que no porque no se sabe si esa llave es la de esa chapa. La semántica diferencial dirá que en ese tipo de acciones intervienen tres actores: el agente, que es el alguien que sabe abrir chapas; el instrumental, que es esta llave y no otra la que abre esa chapa; y el paciente, que directamente es el beneficiario de la acción, que por convención se llama chapa pero que realmente es la puerta o la gaveta e incluso la casa o el escritorio.

En relación con la coquetería digamos que el “aumento de la belleza” mediante “ciertos medios” nos pone en contacto con otra relación bien interesante: la cosmética y el maquillaje. Cosmético es un producto (¿medio?) que se utiliza con la finalidad de aumentar la belleza (¿coquetería). Y el maquillaje tiene como objetivo lograr que el usuario se vea más atractivo, con el recurso y el concurso del cosmético. Según lo anterior, el punto de encuentro de mujeres, hombres y cosas es el coqueteo, no a través de la cosmética sino del maquillaje.

Descartada la acepción de maquillar como la acción de ‘alterar para producir una apariencia engañosa’, lo que quiso decir Unojo fue que las columnas de “Letras que se esfuman” de Pueblo le parecen textos muy coquetos porque fueron debidamente intervenidos (escritos) con la pretensión confesa de informar, formar y agradar a sus lectores. Algo así como el punto G de un equipo de fútbol: ganar, gustar y golear.    

A veces pienso que la extensa “Pereira: la querendona, trasnochadora y morena” se hubiera podido sintetizar en un lema como “Venga a donde las coquetas pereiranas”.