La
ilusión. Así se llama la finca de Damián Londoño en la vereda Encenillos, a 20
minutos del pueblo. En 4 hectáreas, Londoño siembra las plantas de café
castillo (que en diciembre pasado se vendió muy bien, a un millón la carga, y
pudo sacar 60 cargas) intercaladas con 8 mil plantas de plátano, que son sus
consentidas.
Cada
racimo que nace en La Ilusión tiene alrededor de 60 plátanos. Los
plátanos de Londoño son grandes, robustos, coloraditos por dentro y muy verdes
por fuera; mejor dicho: plátanos de concurso. ¿Cómo lo logra? Sencillo: con la
tecnificación.
Cortar
dos “deditos” (plátanos chiquititos) y meter en bolsas los racimos es muy
importante para una buena producción. Además, evitar los químicos es
indispensable. Londoño sólo le hecha dos cucharadas de un químico a cada planta
una vez al año, y esto únicamente para aumentar la concentración de potasio en
los plátanos. Los demás abonos son orgánicos y producidos en la compostera de
la finca, pues La Ilusión es autosostenible.
Compostera de la finca La Ilusión. |
“Hay
campesinos que se ‘aburgesan’ y en vez de sembrar una mata de cebolla van al
pueblo a comprarla. Yo tengo cebolla, fríjol, tomate, una marranera, cilantro,
un galpón con 150 gallinas que saca 5 canastas diarias de huevos, que también
se venden, y una compostera de 7 cajones (cuya producción también vende a 9 mil
pesos el bulto de 50 kilos)”, cuenta el campesino, que fue dos veces concejal
del municipio de Girardota y agrega que “la tierra hay que aprovecharla, es
insólito que la gente no haga ni siquiera un galpón y tenga por lo menos
cinco gallinas para que produzcan.”
Damián
Londoño es el representante legal de la Asociación de Plataneros de Girardota,
que a su vez hace parte de Campogir. De acuerdo con Londoño, los campesinos de
Girardota están bastante atrasados y muchos se niegan al avance de la técnica y
a dejar los insecticidas, fungicidas y fertilizantes químicos.
Para la
Asociación, la tecnificación es importantísima para la economía campesina
girardotana. Cultivar productos de mejor calidad, más limpios, y a un menor
costo ambiental debe ser la meta. “A los girardotanos les gusta comprar
productos de muy buena calidad, pero lo que se necesita es que esos productos
que compran sean de aquí”, concluye Londoño.
FRUTAS Y
HORTALIZAS MÁS LIMPIAS
A la
Asociación de Hortalizas y Frutales, Ashofrug, la mueve la idea de una
producción más limpia. “No orgánica sino limpia”, dice Aníbal Guerra,
presidente de la Asociación y de Campogir. Guerra explica que aún no se puede
pensar en una agricultura cien por ciento orgánica porque la polución y la
contaminación obligan a usar algunos químicos.
Estos son los plátanos que se caen antes de tiempo, finca La Ilusión. |
Ashofrug
también hace parte de Campogir y está conformada por 25 campesinos. “Nació de
un convenio con Corantioquia y el Municipio hace dos años, con el fin de
impulsar un programa para sembrar cítricos, aguacates y hortalizas. Eso es lo
que más tenemos y apenas están en crecimiento esos árboles”, explica Guerra.
El mayor
problema que enfrentan los cultivadores de frutas y hortalizas es que las
cosechas no son tan frecuentes y los árboles se demoran en empezar a producir,
“por eso queremos apostarles a frutas que necesitan corto plazo: curuba,
maracuyá, lulo, pues se recogen cada cinco y seis meses”, cuenta Guerra.
También tienen que lidiar con los terrenos pendientes de Girardota, que son muy
deficientes para el cultivo de hortalizas.
Ashofrug
adelanta un proyecto con la Gobernación que plantea la tecnificación en la
producción de hortalizas y frutales del Municipio. El proyecto incluye cambios
en el proceso de producción, llevar a cabo los cultivos bajo cobertizo para
evitar las secuelas del invierno. Además, propone el uso de plantuladores
(instrumento que sirve para plantar) y la contratación de personal
especializado que capacite a los campesinos. El proyecto tiene un presupuesto
estimado de 120 millones de pesos que financiarán la Gobernación de Antioquia
en un 50%, la Administración de Girardota otro 30%, y los gastos restantes
correrán por cuenta de los asociados.
Para
Ashofrug, la tecnificación y la producción limpia son las herramientas que
conducirán hacia el éxito a la economía campesina de Girardota.
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