Carta abierta

Círculo de Mujeres de Girardota Las Lilas -Texto y fotos

Dirigida a Daniel Orozco Córdoba, demás concejales, funcionarios y opinión pública.

…La cultura no hace a la gente. La gente hace la cultura. Si es verdad que no forma parte de nuestra cultura el hecho de que las mujeres sean seres humanos de pleno derecho, entonces podemos y debemos cambiar nuestra cultura. “ 

Chi­ma­man­da Ngo­zi Adi­chie

En la publicación de Pueblo Chimenea Informativa "Un Concejo sin oposición y una Alcaldía sin control", se hizo alusión a un episodio en el que públicamente y en el recinto del Concejo municipal, en un momento en el que se revisaba el acuerdo para la mesa municipal de erradicación de las violencias, uno de los participantes contaba como lo llamaban “Lilo” en medio de una conversación de jocoso sarcasmo. 

Lo que quizás no fue medido en el impacto de ese señalamiento es la profunda desesperanza que produce en el corazón que un hombre que representa el apasionamiento y la fuerza de su generación, no haya avistado la gravedad de su ironía, y que por un momento su voz política y su consciencia se minimizaran a una forma de burla sin trascendencia.

Nosotras somos un movimiento que apenas ha dado sus primeros pasos en un pueblo estrecho en forma, pensamiento y palabra; nuestra causa no es más que poner el feminismo y la importancia para todos y todas del enfoque de género en un contexto local, porque es lo que demandamos muchas de las personas que habitan acá y por fuera de estas fronteras, y lo hacemos a través de una herramienta simbólica: el lenguaje. 

Hace unos días caminamos con alrededor de 30 mujeres rurales y otras personas más de variadas formas y colores, para acompañarlas, en su abandono institucional, en su cansancio por las labores domésticas, para escucharlas mientras manifiestan el mismo miedo por ser presas de la violencia, la pobreza, la miseria, la falta de educación, el machismo, la soledad y la guerra. Allá en las montañas están las mujeres, que son las primeras que se levantan y las ultimas que se van a la cama.

Ojalá, tuviéramos más Lilos dispuestos a acompañarnos en la gestión de una política pública que reconozca y promueva a las mujeres y niñas en sus contextos, que posibilite acciones institucionales concretas, que en el futuro cercano se traduzcan en cambios reales en la vida de las mujeres de Girardota, que se comprenda la enorme brecha social, la desigualdad laboral, la experiencia menstruante, los derechos sexuales y reproductivos, la educación política para las mujeres, el acceso a la salud pública, la justicia, la dignidad…¡abrazamos a todos los Lilos, sean bienvenidos que también esto los acoge! Para que también podamos ejercer conjuntamente en la práctica lo que ya está dicho en innumerable papeleo, para que se minimicen los gestos, comentarios o acciones que parecen rebajar el valor de algunas propuestas a razón del género de quien las realiza y para que las libertades sean mutuas. 

Las tareas del mundo moderno necesitan tanto de las mujeres como de los hombres, para superar el vacío moral y ético. El mundo explota con la efervescencia de los feminismos y los movimientos de mujeres alrededor de cada Nación, urge la abolición de las estructuras patriarcales, machistas y misóginas en el corazón de los hombres, las mujeres y todas las personas; los abusos, los gestos y las burlas cada vez son menos tolerados, las mujeres estamos dispuestas, y, esas olas, ya comienzan a instalarse también aquí, produciendo grietas y cambios para mejorar las condiciones de todos y todas en todos los niveles, el hogar, la calle, las oficinas y el Estado. 

Es así, como los ojos con los que hoy descubres el mundo, las manos con las que hoy amasas tus anhelos, los pies que hoy te llevan por muchas aventuras y las palabras con las que nombras la realidad, antes fueron posibles en el vientre de una mujer, y ahora que has crecido, te cuida y te espera en casa siempre. 

"La virilidad es la forma masculina de despreciar a la mujer". Simone de Beauvoir

Lilos, también ustedes están en esta lucha.