¡Otra vez el doble discurso ambiental por parte de la alcaldía de “Los Decentes” en Girardota!

Por Simón Ramírez 

Terminando el año pasado, un grupo de habitantes de la vereda San Diego en Girardota interpusieron una acción popular ante la instalación de una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) al lado de sus viviendas por parte de EPM: una planta de este tipo, a pocos metros del centro poblado conocido como Cabildo, lo consideraban como una amenaza y una posible vulneración a sus derechos.

La alcaldía, en cabeza de Kevin Bernal, la secretaría de ambiente Eliana Cardona y la secretaría de planeación Diana Zuleta, salieron a decir que todavía no podían decirle sí a la planta, si no tenían los estudios necesarios a nivel ambiental, social y técnico. En una sesión descentralizada del Concejo realizada en la vereda hubo el consenso por parte de la comunidad de no querer una PTAR como vecina de las viviendas. 

El alcalde, con tono salvador al término de la sesión, dijo que si la comunidad no quería una planta de este tipo al lado de sus hogares, se encargaría de mediar y defender sus derechos, que nada se haría debajo de la mesa. Que no era posible tanta carga ambiental con el norte, así como otros discursos de plaza…

Empezando febrero ya hubo la respuesta oficial de la alcaldía  ante el juzgado (14) administrativo oral de Medellín, con relación a la demanda colectiva de la comunidad. La contestación de los abogados de la alcaldía resulta contradictoria:

Para ellos, la PTAR en San Diego va a generar: “un ambiente sano para el goce de todos los que habitamos en el territorio”. También, consideran que “no podría decirse que se vulneran o amenazan o violentan los derechos o intereses colectivos de la población, por el contrario, es la manera de proteger la salud y salubridad de la población”.

Esto parece un doble discurso institucional, si se tiene en cuenta que tras la sesión descentralizada se instaló una mesa técnica entre autoridades ambientales, EPM y parte de la comunidad de la vereda San Diego; en las 3 reuniones ocurridas la participación de una parte de la comunidad, nunca se mostró el plan de impacto ambiental, ni los planos de cómo se construiría la planta.

Y nunca dijeron con tal vehemencia, ante la gente, lo que sí le dijeron al juzgado.

Yo, que también soy habitante de la vereda, asistí a la última sesión y me pareció un irrespeto con la razón. Los empleados de EPM estuvieron hablando en abstracto a partir de las supuestas buenas intenciones, utilizaron expresiones como “créannos”, “si pasa algo malo, estaremos 24/7 con ustedes”, “a veces puede oler pero eso es normal…”  “Aguas claras ya no huele”, “la de aquí va a ser como entre mediana y pequeña”… blablablá. ¡Un montón de palabras al aire, sin nunca mostrar el verdadero proyecto! O mejor dicho: una total lavadera de cara de EPM fue la supuesta mesa técnica. 

Me hubiera gustado que la alcaldía y sus funcionarios expresaran con tal ahínco lo que dijeron en los juzgados: que así no tengan planos, ni estudios de impacto ambiental y social del proyecto, eso va a ser la verraquera. Y el paraíso pa´ Girardota.

Ah… y para cerrar con broche negro (de agua residual), en la misma respuesta sueltan esta perlita de cómo se asumen ellos: “El municipio no tiene injerencia dentro de la construcción y adecuación de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales PTAR de Empresas Públicas de Medellín, por lo que se solicita al despacho de (sic) nos desvincule del presente trámite”.

De esto uno puede inferir que estas autoridades ambientales, en lo local, no se asumen ni como autoridades, ni como planificadoras de su propio territorio; mucho menos como soberanas frente al uso del suelo. Tal como con otros temas, carreta, doble discurso y fantochería. 

Ah… y un conformismo y sumisión con el Grupo Empresarial Antioqueño y el Área Metropolitana. Grupos políticos y económicos que tienen jodido el medioambiente de Girardota hace tiempo, al permitir licencias como lo fue la termoeléctrica de ENKA. 

La acción popular no se termina ahí. Se creó un comité de vecinos autónomo y se acabó esa mesa, falsamente técnica. Lo que se viene es movida: a nivel comunitario y jurídico. Con o sin respaldo de esta alcaldía habladora, indecente.