Editorial
La palabra paz,
desde que empezó a desgastarse en los medios de comunicación colombianos, nos
remitió siempre a su definición de La Biblia: “Con esta palabra se ha traducido
generalmente la hebrea Shalom, cuyo
sentido en el uso bíblico es tan amplio y profundo que en ninguna otra lengua
puede hallarse la manera de expresarlo con un solo término que encierre todo lo
que significa”. Quiere decir: “estar completo”,
“estar sano”, “estar bien en todos sentidos”, “ser próspero y feliz”.
Significa “primeramente paz del hombre con Dios y, en consecuencia, consigo
mismo y con sus semejantes”.
Porque en Colombia no se sigan matando y porque algún día
podamos encontrar esa paz completa y sagrada, con nuestro entorno y con
nosotros mismos y con la divinidad –cualquiera de las diez mil divinidades-,
hay que decir sí al acuerdo de paz entre la guerrilla y el Estado.
Si no fuera un acuerdo vinculante con la sociedad entera no
necesitaría ser refrendado. Tiene que serlo porque de nuestras familias son los
desplazados, los lisiados, los muertos, los desaparecidos, los damnificados de
toda índole por causa de la guerra y el mal gobierno que la ha sostenido. No
comulgue uno con las Farc o con el político de turno, no comulgue cada quien
sino consigo mismo, la paz hay que buscarla, hacerla con las propias manos y
anhelarla con las palabras. Parece ilógico incluso que haya que refrendar
la paz, así sea una paz pequeña, en un país que se presume de católico. Siempre
habrá motivos económicos, más que morales, para una barbaridad tal, aún entre
ateos.
Como si la guerra fuera gratuita para los colombianos. Según informe reciente cada día de guerra nos
cuesta 22 mil millones de pesos. Como reseña la información El Tiempo, “con este
dinero se podrían construir en una semana más de 1.600 viviendas de interés
social. En tres meses, habría dinero suficiente para construir tres tranvías
como el de Medellín y en un mes se podrían construir unos 60 grandes colegios
de más de 30 aulas cada uno, con capacidad para atender mil estudiantes”.
No solamente es obsceno mantener la guerra, sino que es
ilógico en un país con los serios atrasos en materia de educación, ciencia,
cultura, política… y un largo etcétera.
5 comments:
Yo SI creo en la paz, pero ese bombardeo de los funcionarios publicos tirando al presupuesto es lo que no deja vivir en paz, uno ver hablar de paz a ORTIZ, TORRES, DIEGO URIBE, ROBINSON, ETC, eso da es como desconfianza, esta gente va es por el poder y el dinero....
es cierto algunos vamos a votar por el SI, pero no por que me lo digan estos estúpidos concejales y funcionarios públicos, los cuales viven de la sucia y asquerosa política, lo hacemos por que los que viven de la guerra se jodieron esta vez
ES USTED UNA PERSONA DÉBIL DE MENTE ? CARECE DE IDEAS PROPIAS ? ES PERSONA FACIL DE MANIPULAR EMOCIONALMENTE ? TIENE SU PENSAMIENTO CERRADO ?
LE RECOMIENDO HACER UN ESFUERZO PARA QUE SE AUTO EVALUÉ USTED MISMO, NO SE DEJE MANIPULAR, DE AQUELLOS ENFERMOS GUERRERISTAS ESTE DOMINGO DE ELECCIONES, NECESITAMOS UN COMIENZO DE PAZ, EN NUESTRO PAÍS, POR ULTIMO QUE LE VA A DEJAR A SUS HIJOS Y NIETOS ?
que melito el anterior anónimo, es la pura realidad estoy identificado con este parcero
Atención el laboratorio de de Paz de girardota se estallo, los ingenieros quimicos no le echaron la suficiente mermelada, (se la tragaron los concejales, por deshidratacion adquirida en las islas, y la reacción quimica un monton de quemados, solo es mirar a chorrillo, quemadito. jjajajaj
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