30 jun 2024

Volver a la Biblioteca




Por Simón Ramírez

Esta semana volví a la biblioteca del pueblo. Esa biblioteca que antes se llamaba con el nombre de un escritor español (que a nadie importaba) y que ahora tiene el nombre del escritor más genial que (por azar) nació en Girardota: Alberto Aguirre. Hace años no me arrimaba por allá, aunque fue un espacio que habité mucho desde los 13 hasta los 18. En parte, me daba pereza ir a una biblioteca caída; además la última administración hizo casi nada por dinamizarla: casi que estuvimos sin programación literaria, cultural, artística, académica o de cualquier tipo. ¿Para qué ir?

 Mañana es primero de julio y esta administración parece que va recorriendo el mismo camino que la anterior. Ojalá y cambien las cosas pero da tristeza ver cómo sigue la biblio. 

Solamente hay una contratista. Es una señora que yo conocí siendo bibliotecaria, por allá cuando  tenía como 11 años, cuando la biblioteca quedaba en el segundo piso de la casa de la cultura. La señora me dijo que tiene voluntad. Pero está sola para dinamizar el espacio. Esta administración no ha contratado auxiliares, promotores o mediadores que muevan esa cosa triste que es una biblioteca caída, sin programación. La señora no tiene ni un computador para descargar materiales. Los libros están revolcados. Solo hace lo que puede con algunos alfabetizadores de colegio. “Si usted hubiera visto cómo estaba esto a comienzos de año, se ponía a llorar” me enfatizaba la seño. Pero ya cruzamos la mitad del año. Y ella sigue: sola, con los libros revolcados y sin computador. Las dos o 3 actividades que han programado en este año lo ha dinamizado Comfama o un amigo que regaló un evento de lectura en voz alta.

Visité la biblio porque les iba a entregar un audiolibro que nos habíamos encontrado en el inventario de otra biblioteca en Medellín donde camello, extrañamente, el objeto resultó a kilómetros de Girardota, hasta que lo descubrimos. Esa fue la excusa para volver a mirar la biblio y saludarla… “la cuestión es que no puedo descargárselo porque no tengo computador”, me dijo con pesar. 

Si bien las bibliotecas del resto del Valle de Aburrá no hacen parte del Sistema de bibliotecas públicas de Medellín, sí comparten la misma plataforma de consulta, catalogación y préstamo. Yo, por ejemplo, me inscribí como usuario en Girardota y he podido prestar en cualquier biblioteca del Valle. Por eso es que estuvo (quién sabe por cuánto tiempo) un material de Girardota camuflado en una biblioteca de Medellín.

La señora me dijo que si quería ser voluntario para hacer una o varias horas del cuento. Y yo le dije que me parecía un irrespeto, una alcahuetería con esta administración que no contrataran a nadie para mover la biblio, le dije  que muy bacanos los voluntariados pero si esa es la única forma de mover una biblioteca, paila. Yo no me presto para eso... Es que no hay plata, me dijo... Y yo le dije: ve, yo creo que plata sí hay… Yo veo que el INDER tiene contratados a decenas de profesores. La Casa de la cultura también. ¿Entonces? ¿Para ellos sí hay plata pero para contratar así sea otra persona que dinamice la biblioteca no hay? ¿Vio toda la luca que se gastaron en las Vacaciones recreativas? 

Cuando haya un mediador, promotor, auxiliar o alguien que dinamice, con todo gusto podemos conspirar desde el voluntariado, me avisa. Pero es una falta de respeto hacerlo en este momento. Es una obligación que tienen ellos. Ya Girardota es una ciudad intermedia: ya somos municipio categoría 2, no una biblioteca rural.

Las bibliotecas democratizan la información, son espacios de fuga, ocio creador y formación para quienes no tienen espacios y objetos propicios. Pueden ser centros culturales, artísticos y comunitarios, espacios para la memoria y el patrimonio escrito, audiovisual, humano.  La de Girardota hoy no. Es un sótano de libros arrumados que abrieron porque maluco no hacerlo … y ya. 
¡Ojalá cambien las cosas !




3 comments:

Anónimo dijo...

Los espacios que no dan votos y sí conciencia no les interesa. A Girardota la han gobernado siempre alcaldess con mentalidad conservadora disfrazados a veces de alternativos o moderados como el actual alcalde. Es triste que los vientos de cambio no lleguen hasta el pueblito. Y que la biblioteca sea una bodega. Y que la administración actual se dedique a pagar favores a los caciques de siempre, esta vez de Envigado. Creo que el Plan de Desarrollo es más de lo mismo: 4 años para proyectar un proyecto político que hace de la "decencia" un eslogan vacío, o tal vez lleno pero de contenido light, sin radicalidad ni sustancia en un pueblo que, insisto, tanto la necesita.

Anónimo dijo...

El loco bladimir dejo acabar la biblioteca cuando se gasto la plata de la cultura en estatuas y hacer pintar la foto en un mural egocentrico como diego

Anónimo dijo...

Hablemos de los maltratadores de mujeres de esta alcaldia