La noticia de la nueva investigación contra Luis Alfredo Ramos por corrupción (en la foto, al lado izquierdo de ex alcalde de Girardota, Fernando Ortiz) a cargo de la Corte Suprema de Justicia, nos da pie para publicar el artículo reciente sobre captura de sus abogados defensores.
Por Cristian Zapata
El 27 de junio de 2017, Gustavo Moreno, jefe de la unidad
anticorrupción de la Fiscalía general de la nación, fue capturado en su
oficina, en Bogotá, por una orden de arresto que había emitido una corte del
Distrito Sur de la Florida, en Estados Unidos.
Al mismo tiempo, las autoridades detuvieron también el
abogado Leonardo Pinilla, quien sería su compañero y mediador en todo el
ilícito del que se les acusa.
Según la acusación de la autoridades norteamericanas, ambos
estaban negociando con el exgobernador de Córdoba, Alejandro Lyons, un
estraperlo para deshacerlo de la docena de delitos con los que salió acusado de
su gobierno, y que incluyen todos los carteles -de la hemofilia, de ciencia y
tegnología, de las e.p.s.- además de un cargo por homicidio del que fue su jefe
de regalías, Jairo Zapa, y quien, luego de un tiempo desaparecido, fue
encontrado muerto y enterrado en una finca de propiedad del mismo gobernador.
La denuncia tuvo repercusión nacional, y por ello, hoy día la viuda del señor
Zapa y sus hijos se encuentran en el exilio, ante las amenazas recibidas.
El ex gobernador Lyons se encuentra radicado, y podría
decirse escondido, en los Estados Unidos, y desde allí ha venido dilatando los
procesos y las investigaciones que tiene en Colombia. Aplaza las audiencias,
justificando su inasistencia por problemas de salud y demás.
Al parecer, según se desprende del relato de los hechos
narrados en la acusación presentada en la Corte norteamericana, Moreno y
Pinilla estaban ofreciendo al ex gobernador un paquete completo para asegurar
la impunidad, trabajando lo dos en equipo. Pinilla, como su abogado -y ya lo es
de varios de sus subalternos también enredados por los mismos carteles-
asumiría su defensa ante proceso penal, llevado e impulsado por el fiscal
Moreno.
Ambos se comprometían así a desacreditar los testigos y
llenar con cargas exuberantes de trabajo a los investigadores designados para
que no pudieran escudriñar demasiado en el asunto, hasta asegurarle una
absolución total al injustamente acusado ex gobernador.
Tan pensado estaba el tema que alcanzaron a tener un lento
proceso de negociación. En la Corte norteamericana están las varias grabaciones
donde se puede ver cómo, de la tarifa inicial que se le pedía, un millón de
dólares, lograron concertar después el negocio en 400 millones de pesos. De esa
plata el exgobernador alcanzó a entregar a los dos abogados algunos adelantos.
Ese dinero se entregó en Estados Unidos y fue gracias a eso que pudo ser
rastreado y dio origen a todo este proceso penal en sus cortes que de otra
manera, si siguiera dependiendo de la justicia colombiana, seguiría en la
absoluta impunidad.
¿Quienes son este par de abogados aparentemente sin
escrúpulos? Gustavo Moreno es un hombre joven: 36 años; que no obstante entró
tardíamente a la abogacía. Hace apenas 10 años se graduó y, casi de inmediato,
adquirió renombre como litigante. Defendió a varios parapolíticos, se volvió
profesor universitario, publicó libros que lanzó en los hoteles más caros del
país -el último en el hotel Santa Clara-, exhibía chocarreramente su dinero, y
después de esa exitosa y corta carrera como defensor pasó a ser asesor en la
fiscalía de Eduardo Montealegre primero, y un par de años después, la cabeza
máxima de la unidad anticorrupción de esa entidad, en la administración de
Martínez Neira.
La habilidad que siempre se le reconoció, como abogado y
fiscal, fue el énfasis que hacía siempre en desacreditar los que para él son
los falsos testigos. Es un orador anticuado, lleno de aspavientos y
exhibicionismos que rayan en lo grotesco. Siempre martillando el tema de los
falsos testigos que generan falsas culpables y se vuelven “el cáncer de la
justicia colombiana”. Mantra que empezaron a repetir sus clientes acusados.
Algunas de sus frases célebres fueron reseñadas en el diario
El Espectador (3 de julio de 2017). “Federico Nietzsche tiene una frase muy
acertada que me gusta mucho: ‘El problema no es que me mientas, el
problema es que ya no volveré a creer en ti’”. Y en otra ocasión, afirmaba: “La
mentira en el proceso judicial también ha sido utilizada como herramienta
política para eliminar adversarios”. Y otra más para rematar: “Prueba de
ello es Jesucristo. Fue perseguido por los fariseos, por los rabinos, los
escribas. Lo enjuiciaron en un proceso lleno de falsos testigos.”
Esa habilidad para desprestigiar testigos, -y podría
decirse: para armar falsos “falsos testigos”- lo hizo famoso entre los
parapolíticos y por eso se volvió el defensor de muchos. Y en su salto, de
abogado defensor a fiscal, se dieron casos insólitos como de los de Hernán
Andrade y Luis Alfredo Ramos. Políticos acusados de vínculos con paramilitares
que fueron, primero defendidos por él, siendo su abogado, y después acusados
por él, siendo fiscal. Una muestra de la falta de sentido común que la ley
tiene a veces cuando es manipulada por expertos que la resquebrajan.
El caso del exgobernador de Antioquia Luis Alfredo Ramos
-exgobernador como Lyons- es el más escandaloso de todos. Y es que el corrupto
fiscal anticorrupción no fue su único abogado. Cuando Moreno tuvo que dejar de
ser su abogado para volverse su fiscal, su defensa en el proceso que se le
lleva ante la Corte Suprema, fue asumida -adivinen por quién- por el
voluntarioso abogado Leonardo Pinilla, el mismo que estaba oficiando como su
segundón en el soborno a Lyons, lo que muestra que su trabajo al alimón viene
de vieja data, y los servicios que ofrecen tienen ya ubicado una clientela
potencial que incluye exgobernadores enchicharronados.
Pero la cadena de coincidencias absurdas sigue. Y es que ese
proceso contra el doctor Ramos que aún no acaba, está por llegar a su fin con
la decisión de la Corte Suprema de Justicia, que se tomará basada en la tesis
que presentó el fiscal Moreno, como líder de la unidad anticorrupción, y según
la cual toda la acusación a Ramos obedece a -adivinen, sí señor, como Nietzche
y Jesucristo- un cartel de falsos testigos.
En otras palabras, pareciera que Ramos ya tenía contratado
el paquete de servicios que Lyons no alcanzó a pagar. Pinilla como su abogado,
incendiaba la Corte desprestigiando a los testigos, y Moreno, como su fiscal,
aceptaba esa tesis y la presentaba diáfana ante la Corte para que los jueces la
aprobaran.
El libreto lo armaba los dos abogados, con sincronía de
relojero, y se lo daban a estudiar al doctor Ramos, que presume de leer mucho
cuando está tras las rejas. Esto dijo Luis Alfredo Ramos en la última audiencia
celebrada en su juicio, antes de la decisión de la Corte (El Tiempo, 6 de marzo
de 2017): “Yo también soy víctima de falsos testigos. He recibido una
comunicación de la Fiscalía donde da cuenta de cómo soy víctima y de quiénes.”
Adivinen de parte de qué persona de la Fiscalía había
recibido esa comunicación...
El juicio penal en contra de Luis Alfredo Ramos se ha
soportado sobre varias pruebas, pero principalmente, las de varios testigos que
los sindican de tener relaciones con grupos paramilitares en distintas épocas
de su actividad política. Algunos de esos testigos son: Mauricio Tejada, Juan
Carlos Sierra, Andrés Vélez y Carlos Enrique Areiza.
El ahora capturado abogado defensor de Ramos, había tachado
como falsos todos estos testimonios, presentando contra todos ellos denuncias
penales por el delito de falso testimonios. Denuncias que la fiscalía de su
secuaz Moreno ha atendido ágilmente, logrando avances en casi todos ellos, con
excepción de la versión del “Tuso Sierra” que sigue siendo sólida.
Incluso, en el caso de Carlos Enrique Areiza, la fiscalía lo
llevó a juicio y un juez de Medellín lo condenó por falso testimonio. En su
proceso se mostraron contradicciones fáciles de ubicar en su versión, que la
defensa de Ramos corrió a advertir. Como cuando el testigo refería que tenía
videos de Ramos recibiendo dinero de los Castaño, en un ápoca en que no había teléfonos
que pudieran grabar esos videos. Mentiras fáciles. Tan fáciles, que parecían
puestas ahí para ser advertidas.
En el momento de la condena a Carlos Enrique Areiza, por
falso testigo, la defensa de Ramos dio unas declaraciones públicas conde
acusaban al senador Iván Cepeda de haber sido el instigador para que el falso
testigo mintiera. Así se lee en El Colombiano (2 de diciembre de 2016):
“Según el abogado Leonardo Pinilla, apoderado de Ramos,
Areiza dijo, meses atrás en la Corte, que el senador Iván Cepeda se
reunió varias veces con él para pedirle declarar en contra de Ramos... La
fiscalía avanza en otras denuncias sobre falsos testigos.”
Iván Cepeda es el conocido senador que se ha vuelto némesis
natural del uribismo, la corriente política por la que Ramos espera ser
presidente, y por tanto, un blanco fácil para apuntar el ventilador de los
supuestos falsos testigos. Y ese abogado Leonardo Pinilla que menciona El
Colombiano, es el mismo ya mencionado que ahora está preso junto con Moreno por
fungir como su secuaz en las extorsiones a Lyons.
Ahora, con la captura de ambos, Ramos se quedó sin fiscal y
sin abogado. Y sin son ciertas las vallas con las que llenó la ciudad de
Medellín, y dice creer tanto en la verdad, debe explicar públicamente por qué
tuvo como sus defensores a este par de personajes ahora presos, por ofrecer un
montaje judicial a otro exgobernador, con las mismas tesis que él ha sostenido
en su proceso penal.
Resultaría increíble que un par de pícaros naturales como
Moreno y Pinilla, trabajaran con prácticas deshonrosas, en el caso del
exgobernador de Córdoba, pero en cambio, asumieran con honradez y probidad e
otro proceso del ex gobernador de Antioquia.
Alguien se tendrá que animar a contestar la pregunta básica:
¿El doctor Ramos tuvo durante su proceso penal el mismo paquete de servicios
que los dos abogados zafios le estaban ofreciendo al gobernador Lyons?
11 comments:
Lo que esta pasando hoy en la corte suprema de justicia que ha sido sobornada para engavetar o absolver investigaciones de politicos, es lo mismo que pasa con las cias regionales donde han engavetado o desviado las denuncias de corrupcion de Fernando Ortiz.
Ustedes saben que le esta diciendo Ramos a Ortiz?, "Dr. Fernando vio que eso de sacar un poco platica (de la misma que nos robamos) para sobornar a los investigadores, es lo más efectivo para desviar o engavetar las investigaciones que nos hacen, la experiencia no se improvisa colega"
Par de joyitas.pa corruptos están sobrados.la justicia divina nunca falla.
Ortiz es pícaro por naturaleza.
juan josé hacé un meme con esa foto, y con la de Vladimir-Ramos-Ortiz juntos!
LA MENTIRA Y LO MAL ECHO, TARDE QUE TEMPRANO SALE A FLOTE, ESTE ASQUEROSO DE LUIS ALFREDO RAMOS QUEDO EN EVIDENCIA AL PAGAR UN BILLETE PARA SALIRSE DEL DELITO COMETIDO, EN COMPAÑIA DE OSCAR SUAREZ MIRA, ESTA PILLADO, TODO EL QUE SE ARRIMA A URIBE VELEZ TERMINA DE DELINCUENTE
es comprensible según este escándalo, de pagar para no ser procesado por la justicia, el señor garganta profunda Ortiz estamos seguro que sus actos de corrupción no quedaran impugne, lo puedo asegurar
Hay personas muy sectarias, ayer que entrevistaron a Ramos, todos los seguidores quedaron muy conmovidos por que el es inocente, osea que es más contundente un discurso de un culebrero, que unas pruebas físicas de los gringos, por eso estamos como estamos, en la olla, idolatrando al verdugo, lo mismo pasa en Girardota
ORTIZ ES UNA CARANGA RESUCITADA, QUE SE APROVECHA DE LA MENDICIDAD DE LA GENTE, Y LES DA FRUTAS PODRIDAS COMO A LOS CERDOS. YA 3 NIÑOS RESULTAON INTOXICADOS CON ESTOS ALIMENTOS, YA QUE ESTABAN DESCOMPUESTOS.
Piensa como piensan los sabios, mas habla como habla la gente sencilla"
— Aristóteles así son los de chimenea vulgares personajes y chismosos cocineros naturales del pueblo.Las personas que dicen lo que piensan, aquellas que son sinceras y no dan vueltas a cuanto pasa por su mente, esos seres iluminados que hablan desde el corazón, son esplendorosas y y fantásticas. aquí no esta pedro, pueblo chimenea
¿Pensamos todo lo que decimos? ¿Decimos todo lo que pensamos? ¿Decimos lo que hacemos? ¿Hacemos lo que decimos? Esta sucesión de preguntas que a más de un lector podrá parecerle un trabalenguas, forma parte de una difícil interrelación de 3 palabras -pensar, decir y hacer- que bien empleadas, mucho pueden ayudarnos, en todos los órdenes de nuestra vida.
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