Los ojos del paro

Dos voces que están en el paro Agrominero en Caucasia cuentan cómo es la travesía del oro y porqué defienden sus derechos.

 Por Bibiana Ramírez.

Arcilia y Génitovienen de la vereda el Oso, en El Bagre. Ellos son pareja y han dedicado su vida a trabajar en las minas. Génito es indígena de Sinú. Llegó a El Bagre siendo muy niño, y conoció el oro. Sus manos fuertes demuestran que pueden cavar profundamente para encontrar ese preciado mineral que da el sustento de miles de familias en Colombia.

Arcilia es ama de casa y algunas veces también va a la mina. Ambos tienen en sus ojos el brillo de la humildad y el respeto. Saben que están aquí, parando para luchar por su territorio, porque están inconformes con tanto abandono y atropello de parte del estado.

Ellos se quedarán hasta que todo se solucione, porque creen que es la única manera de que les presten atención, “aunque nos tiren con armas y quieran matarnos”.

El trabajo con el oro es duro y nunca se sabe qué podrá suceder, cuánto podrá encontrar. Ellos consiguen para el alimento diario, porque no para más, ni para lujos ni gastos extras. Con los cultivos es igual, con la desventaja que demora más tiempo en producir y no hay vías para transportar las cosechas. Con el oro todo se facilita.

Aquí cuentan ellos cómo es su territorio y las problemáticas que los llevan a movilizarse.