3 jul 2013

Sector La Calle: Arden las esperanzas

Marly Yiseth, niña del sector la calle. Fotos: Bibiana Ramírez
Por Bibiana Ramírez. 

La casa de Noralba Castrillón estuvo inundada, no hay manera de contener el agua. El camino está empantanado por la lluvia de toda la noche. Son desplazados de San Pablo, sur de Bolívar, por la violencia. Llegaron a Girardota hace cuatro años. La casa donde viven la tienen como compraventa. Viven en una de las casas de madera que hay frente al peaje y que hacen parte del Sector La Calle. Nora tiene cinco hijos  y es madre cabeza de familia, la menor (2 años), Marly Yiseth, tuvo que ser internada en un hospital en febrero por una enfermedad que cambió la vida de toda la familia.
Marly tiene síndrome nefrótico. Es un conjunto de síntomas y signos que afecta el riñón y las vías urinarias, incluyendo tensión arterial alta, cálculos renales, infecciones urinarias y anormalidades en la orina, eliminando sangre y proteínas.

Un día tuvo una diarrea de todo el día, defecó unas 22 veces, con sangre, “hasta su intestino quiso salir”, dice la madre. El cuerpo se hinchó, sobre todo el rostro, hasta que casi no podía abrir sus ojos. Sus piernas se ponían moradas. Tenía vómito  y fiebre. La presión se le subió. También le dio una bacteria en el estómago. Ese día su cuerpo empezó a reaccionar fuera de lo normal. La niña llegó a un punto en que no lloraba, no se quejaba, no hacía nada, “estaba ida”.

Nora salió con ella de urgencias para el hospital, en Girardota. Allí la dejaron tres días sin darle solución a la enfermedad de Marly. Unos doctores decían que era urgente remitirla para Medellín, y otros no tanto, buscaban algún hospital y les decían que no había camas, ni médicos. Al fin, después de gestionar en el pueblo con algunos conocidos, lograron un espacio en el hospital San Vicente de Paúl, donde ha estado en tratamiento desde entonces. Estuvo 11 días en el hospital. El tratamiento consta de una gran cantidad de pastillas diarias, unas que generan bello en todo su cuerpo. 
Nora tuvo que dejar a sus otros hijos solos durante dos días, porque no tenía quién los cuidara. Lo que más le preocupaba era la comida de ellos. De la empresa Biochemical le ayudaron mandándole un mercado, pañales y comida para ella mientras estaba en el hospital, reemplazando la función natural del Estado. Después llegó un tío de los niños a cuidarlos. 
Viven en unas condiciones que no son aptas para la recuperación de la niña, al lado de la casa pasan las aguas negras del barrio, está el pozo séptico que cuando se llena arrojan todo su contenido más abajo, es decir que quedan peor y con muchos criaderos de zancudos.
Se nota que su madre hace hasta lo imposible para que ella no sufra. La misma Nora dice que eso “es una cárcel”, porque no sabe qué hacer ni cómo reaccionar ante algo que no le es familiar, porque es una enfermedad que resultó en la niña, sin ser heredada. Debe estarla llevando a revisión cada mes. En mayo no pudo ir, ni por los medicamentos porque no tenía pasajes para desplazarse. Debe llevar una dieta de lácteos.
Todo empezó desde que Nora tenía a Marly en el vientre. A cada rato se desmayaba con los olores que llegaba de las fábricas. Ella cree que todo viene de ahí. En el diagnóstico médico hacían referencia al agua y al medio ambiente.
La casa en la que viven es grande. Nora la construyó con sus propias manos, hasta ha tenido pequeños accidentes reparándola. Me sorprendió al no ver ventanas. Ella dice que cuando la estaba haciendo estaba en embarazo de Marly y no le daba para rajar la madera, era más trabajoso.

Pero hay esperanza
Todos en su casa están siempre alegres. La misma Nora lo está, sabiendo por las dificultades económicas que está pasando. Hay días en que en su casa no hay nada para comer, consigue para sus niños y ella aguanta, pensando en que le va a servir más ese bocado a sus hijos. No puede trabajar porque debe estar con la niña todo el tiempo, con cuidados especiales y los otros niños también están pequeños. Hay días que la llaman de Biochemical a que arregle el lugar de las reuniones y reciba a la gente, esto es muy esporádico.
Ella es una gran líder en el Sector. Es secretaria de la Junta de Acción Comunal. Está en constante movimiento, primero para ayudar a la comunidad y segundo para distraer un poco las preocupaciones. Tiene 28 años y los ha vivido intensamente, como si tuviera 40, muchos recuerdos rondan por su cabeza y la mayoría que no son de su agrado.

Contexto
El sector La Calle es un camino en la parte baja de la vereda San Andrés que antes, cuando no existía la autopista, servía de comunicación con el norte del Valle de Aburrá, la vía hacia el alto de Matasanos, al costado occidental del río. Era un camino de herradura, una vía importante.
Es un camino pequeño, estrecho, por donde no pasan carros, pero sí motos y muchas personas que lo usan como vía para ir a sus casas. “Los nacimientos de agua abundaban, había sembrados de maíz, caña, yuca y otros alimentos, y ver lo que es ahora, un peladero”, expresa Juan Darío Cadavid, un nativo de ese sector.
Ahora el camino es de pavimento, un riel que la misma comunidad se encargó de gestionar. A lado y lado hay construcciones en madera, cemento y mucho material reciclado; casas de familias de allí y de muchas otras partes, la mayoría desplazados de algún lugar del país.
En el 2011 el número de desplazados en el Municipio de Girardota era de 847 y en el 2012 llegaron 41 personas más, para un total de 888, según el diagnóstico que realizó Secretaría de Planeación el año pasado. En una caracterización del Sector La Calle que hizo Biochemical en el 2011, se determina que el 41% de la población es desplazada, muchos de ellos asentados en zona de alto riesgo, pero el censo se hizo en la mitad del sector, perteneciente a la vereda San Andrés, pero no en la parte que corresponde al la vereda La Palma.
Los que no son desplazados, “son vulnerables socialmente” según dicha caracterización. La calidad de vida no es buena y los medios de subsistencia son escasos.
No todas las familias declararon ante el Estado ser desplazadas por lo tanto no los acoge la normatividad de desplazamiento y otras no fueron desplazadas por la violencia sino por diferentes razones.
La mayoría de los predios fueron donados por la señora Cecilia Cadavid, que falleció en el 2011. El 60% obtuvo su casa por donación que no quedó legalizado en notaría. En este momento hay incertidumbre por el futuro de sus viviendas.
Tienen una junta de acción comunal independiente a la de San Andrés y La Palma, ya que los divide un puente perteneciendo a las dos veredas, pero los une las mismas necesidades y el mismo carisma. Ya la placa deportiva fue construida con el aporte del Área Metropolitana, por las gestiones realizadas desde antes de la actual Administración Municipal. Cuentan con una caseta comunal y hay varios líderes proponiendo actividades a la comunidad.

Salubridad
El gran problema que afronta el Sector La Calle es de salubridad pública. Las personas no viven en condiciones sanitarias básicas para una vida digna. El agua no es potabilizada ni hay alcantarillado en muchos sectores. Tienen como vecinos varias fábricas que indisponen y contaminan el medio ambiente. Es palpable la pobreza que se vive en este sector. Muchas casas están en alto riesgo. Hay problemas de convivencia entre algunos vecinos.
El agua no es potable, se coge de la quebrada La Correa y es canalizada a cada vivienda por el acueducto. Esta agua tiene serios problemas de contaminación, se han encontrado excrementos de animales y humanos, hay basura y muchas casas que tienen el botadero a la quebrada. Otros han visto en ella gusanitos y distintas bacterias, sino es que llega con pantano o con olores.
“Desde el 2004 la comunidad compró el predio para el acueducto, porque supuestamente ya estaba todo listo con la administración, y nos quedamos esperando. Hubo que rediseñar el proyecto y la misma comunidad aportó para esto y sin embargo aún no hay acueducto. Todo es por voluntad política”, expresa la junta directiva del acueducto.
“Cuando uno se baña con el agua le queda a uno piquiña, fastidio, yo misma he visto los animalitos en el agua. Sirve para hacer las cosas de la casa pero no para hacer los alimentos. Si uno siente esto tan horrible cómo será un chiquito”, aclara Marta, otra afectada en el sector. El agua deben hervirla.
Se presentan distintas enfermedades. Los niños tienen gripa gran parte de su infancia, dolor de estómago, diarrea, vómito y malestar. El aire también influye en estos problemas que se presentan.
Janeth, que lleva cuatro años en un lugar muy vulnerable, porque además de tener una fábrica en frente, abajo tiene el pozo séptico de unas 14 familias, cuenta: “aquí en mi casa el olor me despierta, me salgo para la calle para nada porque afuera es igual o peor. Cuando uno está almorzando se le quita el apetito. El niño de 11 años sufre frecuentemente de dolor de cabeza y en las noches, cuando está durmiendo se le viene la sangre por la nariz, al nieto también”.
Otra de las dificultades es el agua lluvia. “A mí me preocupa algo. El agua busca su caída natural, si antes por aquí pasaba un arroyo, el agua sigue pasando por ahí si usted construye una casa. El agua busca salir, ella tiene memoria. Es un problema de convivencia”, cuenta Fadia, profesora de danza del sector, encargada del comité de educación.

Comunidad en abandono
La enfermedad de Marly es uno de los casos que vive la comunidad de La Calle, muchos otros no son denunciados por diversas razones. Desde hace años funcionarios de la Administración Municipal visitan el sector para dar alguna solución, pero nadie vuelve. “Estamos cansados de que vengan de la Alcaldía y vengan y no hagan nada”, concluye Fadia. Hace una semana fueron de la secretaría de Agricultura y medio ambiente, sólo falta esperar, ya que no fueron los secretarios, sino que mandaron a otros que les daba dificultad recorrer el sector.
“Las brigadas que hacen son muy pocas y no nos explican la realidad de la situación. Que si es de la empresa siempre lo tapan todo. Uno no se acostumbra, uno se resigna, yo me siento como ya muerta con la resignación”, comenta Janeth.
“Ha venido mucha gente por acá que ayudas y ayudas y nada. Le arden a uno las esperanzas”.
Allí hay gran cantidad de niños, todos ávidos de que les muestren alternativas de vida distintas a la violencia y el abandono.


11 comments:

Anónimo dijo...

ESTO ES LO QUE DA RABIA CUANDO UN FUNCIONARIO PUBLICO COMO EL ALCALDE DESVIA LOS RECURSOS PARA SU PROPIO PECUÑO, ES POR ESTA RAZON QUE HAY TANTA VIOLENCIA EN NUESTRO MUNICIPIO, POR QUE SE VULNERAN LOS DERECHOS A LOS MAS NECESITADOS Y UNOS POCOS POLITIQUEROS ENGORDAN SUS ARCAS SIN NINGUN ESCRUPULO, QUE DIOS SE APIADE DE NOSOTROS CON ESTOS GOBERNANTES TAN CORRUPTOS.

Anónimo dijo...

Que sensibilidad para rescatar estas historias. Muchas gracias.

Anónimo dijo...

Y que hace la autora por esta gente ademas de salpicar veneno por todos lados????

Anónimo dijo...

Y que pretende que haga la autora si el que tiene los recursos es el Alcalde, o que pretende, que la autora haga una colecta pública y se la entregue al farandulero, sectario, rencoroso, humillativo y vitrinero Fernando Ortiz, no nos crean tan ingenuos o pretende que los que escriben en chiminea le rindan pleitesía y endiosen a este mal gobernante que desafortunadamente está rigiendo los destinos de este municipio.

Anónimo dijo...

MAS VENENO SALPICA A LA COMUNIDAD EL SEÑOR ALCALDE Y SU DECENTE ESPOSA, HABLANDO MAL DE LA GENTE QUE DE VERDAD QUIERE A GIRARDOTA. POR QUE DENUNCIAN LOS ATROPELLOS Y ABUSOS DE AUTORIDAD DEL ALCALDE. DONDE EL ALCALDE DICE "UNOS CUANTOS SEÑORES NO QUIEREN A GIRARDOTA Y LE HACEN DAÑO". SERA QUE EL DENUNCIAR Y DESENMASCARAR LAS JUGADAS DESONESTAS DEL ALCALDE ES NO QUERER A GIRARDOTA O ES QUE ORTIZ SE LLAMA GIRARDOTA.

Anónimo dijo...

pobre resentido. te sientes mejor insultando gente??? tus hijos no estaran orgullosos de vos.

Anónimo dijo...

al comentario 3, "Y que hace la autora por esta gente ademas de salpicar veneno por todos lados????", es bueno que alguien le diga la importancia de los medios de comunicación, parece que vive en una mazmorra, con acceso a PUEBLO y ni facebook tiene: la respuesta a esa pregunta es el texto. La autora se toma el trabajo de ir al barrio, escuchar a esa gente, visibilizarla, gran acto! seguramente al comentarista 3 le da escozor cuando se le acerca un mendigo, o le dan vascas cuando un niño hambriento le ofrece un confite (piensa que está envenenado). Es bueno, sin embargo, que esa persona haya leído el texto. No queda claro si lo comprendió, pero no hay que pasar a la universidad para entender una historia verdadera y sencilla, de drama y soledad, de lucha y esperanza. Porque en la medida en que nos aprendamos a ver en este espejo habrá todavía eso que llaman "esperanza". Qué lástima que un texto así le parezca "veneno", escúpalo, vaya el médico.Dígale así: "doctor, estoy envenenado (a)". "qué pasó mija". "leí una crónica en chimenea informativa". "Por Dios!". "Qué me servirá!". "pero si Usted se va a morir! no le pagó a UNE el triplepley? le receto El Colombiano, El tiempo, El espectador, o El Qu'hubo". "Ya El q´hubo si lo leo, ese me me gusta". "Entonces dejeme serle sincero, usted lo que le gusta es la... (sangre?) (mujer en pelota?) (el crucigrama?) (las notas de farándula?)". "Es que es muy completo", dirá la señora, ya retomando los colores.

Anónimo dijo...

como sabe usted que soy senora y que estoy con UNE? estos comentarios no quedan en anonimo como lo dice la.politica de blogger? ustedes no defienden la libertad de expresion? o es que la libertad de expresion es solo para que uno escriba lo que ustedes quieren oir?

Anónimo dijo...

si estoy de acuerdo que debe haber libertad de expresión, pero en el marco de la objetividad, es como si usted dice que el caballo de Simon Bolivar era negro o que el alcalde Fernando Ortiz no pide el 10% o mas por cada contrato, entonces esto es objetividad y lo que no compartimos es que se diga que Ortiz no se roba un peso y este comportamiento es mas venenoso para la comunidad que la misma denuncia que usted cuestiona. AQUI NO SE INDUCE A LO QUE QUERAMOS OIR, SI NO A QUE SEAMOS REALISTAS Y OBJETIVOS EN LAS CRITICAS

Anónimo dijo...

Lástima que unos se sienten ofendidos cuando se les muestra la realidad, es que viven en una burbuja de cristal donde creen que todo es perfecto y como están tan cómodos con sus vidas de burgueses.

Anónimo dijo...

ES CLARO Y CONTUNDENTE LA LABOR DE PUEBLO EN GIRARDOTA YA A CREADO UN SENTIMIENTO EN LO QUE TIENE QUE VER CON LA VIGILANCIA PERMANENTE DE LOS RECURSOS PUBLICOS, A PESAR DE TODO LOS CORRUPTOS SE LAS INGENIAN PARA CAPARLE SU TAJADA APROVECHANDO SU CARGO DE ORDENADOR DEL GASTO EN NUESTRO MUNICIPIO COMO SERIA SI NO ESTUBIERA PUEBLO RESPIRANDOLE EN LA NUCA A ESTA PANDILLA QUE NOS ESTA GOBERNANDO ..ADELANTE PUEBLO PA TRAS NI PA COGER IMPULSO LA GENTE BUENA LOS APOLLA