Montaña, en la vereda Jamundí de Girardota. La tierrita amarilla es erosión. |
¡Y tanta tierra inútil por escasez de músculos!
León de Greiff.
Por
Mauricio Hoyos
Los
artículos anteriores nos enfrentan con realidades que no son totales
en Girardota, pero que son duras realidades para muchas personas. Una reflexión en torno a nuestro entorno económico, apoyado en 25 años de observaciones. Sepa el lector que el autor es un montañero.
Lamenta
uno no poder escribir con más frecuencia sobre cosas más
simpáticas, pero hace falta conversar sobre el lugar dónde ha
venido a parar el obrero colombiano. El obrero girardotano.
En
Colombia la situación de los derechos laborales es "totalmente
inaceptable", declaró la Confederación Europea de Sindicatos,
a propósito del TLC que se conversa con la Unión Europea. Colombia
es el país donde más matan sindicalistas, según cifras de 2011 de
la Confederación Sindical Internacional. De 76 asesinados el año
pasado en el mundo, 56 fueron en América Latina, 29 de ellos en
Colombia.
No
es extraño que en Girardota la palabra "Sindicato" se haya
normalizado, parece que no quiere decir gran cosa. Porque
"sindicalismo" quiere decir "organización obrera".
Y de lo segundo sabemos pero de lo primero, "organización",
más bien pocón.
Pero
lejos de quedarme señalando los defectos del laburo en Girardota,
miremos el desarrollo de las soluciones a una problemática por todos
conocida.
Nuestra
situación económica: ver la montaña como algo más que paisaje
La
salud de los girardotanos, incluyendo la síquica y sobre todo esta,
abunda en situaciones lamentables que tienen causa en la
contaminación de todo tipo.
Y
no sólo es un problema de salud de individuos. Es un problema que a
todos nos compete, como integrantes de la sociedad. Decía el
anterior alcalde en Diciembre a El colombiano, que nuestras montañas
se estaban quedando sin campesinos. Lamentables palabras.
Y
es verdad que grandes cantidades de tierras montañeras de Girardota
han sido entregadas a la erosión.
Los
ricos del pueblo todos tienen ganado y terminan por impactar de
manera brutal sobre el territorio, como cualquiera que vuele por
Google Earth puede ver.
Ahora,
toda esa propiedad privada no le compete administrarla al estado. Y
sin embargo, un potrero tiene un gran impacto ambiental porque
prácticamente es tierra improductiva para la comunidad.
Muy
improductiva
Las
leyes sobre uso de suelos son un capítulo intrincado de la historia
del país donde precisamente se originan las más hondas
confrontaciones.
Uno
ve esas grandes mangadas en las montañas, mangadas que estando allá
son desérticas, apenas con unos búcaros que dan sombra.
Nada
crece en ellos sin tratar antes la tierra, después del tremendo
deterioro que le inflige el ganado y eso casi nunca lo he visto hacer
aquí.
Esa
tierra cubierta de verde pasto para vacas, negocio cada día también
más rezagado en el que Colombia no puede competir con otras
naciones.
Puede
ser muy próspero para los pequeños hacendados girardotanos, pero no
lo es para las comunidades de campesinos sin tierra, que son la
mayoría, o menos para las gentes de ciudad, que ya no viven de la
tierra pero sin embargo están en las montañas.
La
producción de alimentos en Girardota es buena, varia, sobre todo en
algunas veredas. Y sin embargo tampoco podemos abastecernos
completamente con las legumbres de esas veredas.
Aunque
hay muchos tipos de comida sembrada, no es suficiente para nuestro
promedio de 50 mil habitantes.
Si
como política económica y social se redujera el acceso de alimentos
de afuera de Girardota y se apoyara la agricultura local, las
huertas, la fábrica de abono orgánico que puede ser el casco urbano
de Girardota redundaría en beneficio para las montañas.
Y
podríamos expulsar las grandes fábricas, porque no las
necesitaríamos, salvo que se conviertan en espacios para la vida y
la libertad de las personas.
2 comments:
Este montañero si que sabe escribir
Habría que reconstruir a Girardota y pensarla como queremos. Sin embargo, es cierto lo que usted dice en el artículo, hay acciones, pequeñas o grandes que ayudan a tener una vida distinta. Por lo menos desde la conciencia hay mucho por hacer. Gracias por estos artículos tan esperanzadores y tan ciertos.
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