Hoy se realizó en Girardota una rogativa al Señor
Caído por la lluvia y el medio ambiente. Cientos de personas se juntaron en la Catedral Nuestra Señora del Rosario y desfilaron por las calles en compañía de la imagen milagrosa, reuniendo fe en favor del
retorno del agua.
Según el perfil en Facebook de la Catedral, es la primera
vez en más de 10 años que en el pueblo se hace un ruego para que llueva.
La situación lo amerita. La sequía viene causando estragos aquí como en todo el
país: ha evaporado el caudal de las cuencas, provocado incendios forestales y presuntamente en edificaciones (por ejemplo en el trapiche de los Valencia, en la Vereda el Barro).
Siguiendo las enseñanzas del Papa Francisco en la encíclica
Laudato Si, la iglesia católica girardotana se dio a la tarea de trabajar
por el medio ambiente, nuestra casa común. Esperamos que este trabajo desemboque en acciones concretas, que la rogativa de hoy sea el signo de una movilización social que despierta, que busque crear nuevas posibilidades de vida en los territorios.
Una fe que lleve a la acción puede hacer que vuelva el agua, pero antes es
necesario tomar conciencia de las actividades que la agotan: la ganadería convierte en potreros los bosques, la minería envenena los ríos, el calentamiento ocasionado por las emisiones humanas enloquece los ciclos del océano y la atmósfera.
Y todo eso ocurre
aquí, en nuestras narices ¿Qué se puede hacer? A lo mejor sirva comprender que el agua es bendita toda: lo mismo cuando es nube que cuando está fría en las manos de un ángel, cuando se despilfarra en las canillas o cuando se domestica en los embalses.
Ojalá llueva en la noche.