Por Veeduría ciudadana
En medio de la mayor
emergencia social del siglo XXI, que exige priorizar la gestión pública en las
necesidades insatisfechas más básicas, el alcalde de Girardota le solicitó al
Concejo facultades extraordinarias para poner a licitar el alumbrado público. ¿Qué hay detrás?
El proyecto quitaría
el manejo del servicio a EPM, la empresa pública más prestante de energía en
Colombia y Latinoamérica.
Esto con el pretexto
de la seguridad, su bandera de gobierno, de modernizar las luminarias e
instalar dispositivos de teledetección, satanizando a EPM como un mal prestador
del servicio, mismo guión de de la administración pasada.
Este modelo de
gestión de un servicio público se presta para la corrupción y es ya conocido
por la Fiscalía.
Según el portal de
análisis razonpublica.com, en el artículo “La economía mixta: lo último en contratación pública y
corrupción” son proyectos que presentan fallas
comunes, a saber:
- Faltan estudios técnicos y administrativos que las sustentan como alternativa óptima;
- Inexplicablemente se limita porcentualmente la participación del municipio;
- Carecen de cálculos sobre montos de inversión y costos de operación; y
- Tampoco hay consideraciones sobre los niveles de riesgo.
“Pero la
falla más importante -continúa el artículo-, es que no existe la más mínima
transparencia para seleccionar los respectivos ‘socios estratégicos’”.
Es el clásico
negocio modelo de “tigre suelto y burro amarrado”, como se dijo a
propósito del sistema implementado por Luis Pérez: el burro es el pueblo; el
tigre es la empresa privada detrás del jugoso negocio y los políticos
aliados.
Antecedentes
En Antioquia,
proyectos similares fueron presentados y aprobados en La Ceja, Itagüí y La
Estrella, comprometiendo también vigencias futuras.
Girardota en la
administración de Jorge Londoño privatizó el alumbrado público. Y en la
segunda administración de Ortiz (2012) se venció la concesión y ante el incumplimiento de una cláusula Eléctricas
Medellín demandó al municipio, el fallo está en última instancia y nos puede costar cerca de $4 mil
millones de pesos.
El alcalde del Bagre
fue capturado porque tuvo problemas judiciales por un contrato similar para
ceder el alumbrado público en noviembre del 2018.
Ya en la ciudad de
Villavicencio se logró tumbar igual negocio de privados con un bien público mediante la pronta movilización ciudadana.
Datos
En el 2019, todos
los usuarios del alumbrado público pagamos $1.983 millones, donde EPM por la
administración, operación, mantenimiento y consumo cobró $1.337. millones. Al
municipio le transfirieron $646 millones de excedentes.
Un privado no
reportaría estos excedentes que entrarían a ser parte de su ganancia, es es
privatizar lo público.
En este momento EPM
le propone al municipio un modelo a 10 años sin subirle el impuesto a la
comunidad. Igualmente, cotizó 4.184 luminarias LED por $3 .338 millones
(reutilizando mil de las mejores lámparas en las veredas).
Según el proyecto de
acuerdo presentado en el Concejo la empresa licitante ganadora cambiaría las
luminarias por un valor de más $12 mil millones.
Agudelo propone
financiar el proyecto de alumbrado por un monto de $26 mil millones por diez
años. Con esta proyección en el primer año el aumento de los servicios se
estima en un 30 % y a los 10 años este impuesto podría ser el doble.
Como lo denunció el
polémico ex-alcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández, este negocio es “un
robo” al erario público que persiguen hasta las multinacionales
Ahora el alumbrado
público es pilar del Plan de Desarrollo de Agudelo, en campaña nunca lo
mencionó, menos lo de los
empréstitos, habiendo prometido que nada de endeudar al municipio.
INVITAMOS
A TODA LA COMUNIDAD PARA QUE PRESIONE Y HACER QUE LOS CONCEJALES Y EL ALCALDE
ENTREN EN CONCIENCIA. ESTE SERVICIO DEBE SER PRESTADO POR EPM, “ES MEJOR
MALO CONOCIDO, QUE BUENO POR CONOCER”.