Por: Alejo R.
A veces los pueblos crecen, y con
ellos las rudimentarias formas de la política. Aunque anónimo, y a veces al
nivel de la tinterillería barata de los elegibles –como el caso de Girardota
elige- no deja de ser interesante que
en Girardota las redes sociales se conviertan en un espacio público para la
confrontación, la denuncia y las ideas, aunque estas últimas terminen, en la
mayoría de los casos, brillando por su ausencia.