15 nov 2011

Sinfonía del progreso



 “Desde las seis de la mañana y a veces hasta muy altas horas de la noche nos desvela este horrible pedo”, cuenta un habitante de Guayacanes, quién nos mandó la siguiente grabación tomada desde su casa a las 8 de la noche, durante unos pocos minutos. No está solo, otros barrios tienen el mismo problema. Se trata del concierto para motocicleta que los girardotanos hemos venido escuchando desde hace algunos años cuando abordamos la calle y, a veces, sin salir de casa.
Atrás quedaron los años en que se vivía en pueblerino silencio. Era un placer vivir en Girardota. Pero ahora de ese pueblo no nos queda sino la estrechez. Y una fastidiosa sensación de estar muy atrasados. El motor de  combustión es el nuevo Dios. La solución para una masa perezosa y proclive a la obsesidad (con todas sus complicaciones) a quienes les resulta imposible la vida sin gasolina. Que, afortundamente, no es infinita.