21 may 2012

Medice, cura te ipsum (Médico: cúrate a ti mismo)

LETRAS QUE SE ESFUMAN

Víctor Villa Mejía

Cita 1: “Cuando un sustantivo singular femenino comienza por a- o ha- tónicas (es decir, acentuadas, aunque no necesariamente con tilde), el artículo que se emplea pasa a ser masculino: el águila, el hacha, un alma, un área […] La razón por la cual se dice el azúcar morena o el azúcar refinada (aunque también valdrían el azúcar moreno o el azúcar refinado) es un eco de normas medievales de gramática castellana que hacían obligatorio el artículo el en toda palabra que empezara por vocal, tónica o no”.
Moliner, Soledad. Primeros auxilios para hablar bien Español. Bogotá, Aguilar, 2009.

Cita 2: “Alma Máter es una locución sustantiva latina que significa, literalmente, madre nutricia y que se usa literariamente para referirse a una universidad; en esta locución alma es adjetivo (nutricia) y no tiene ninguna relación con el sustantivo español alma. El género de esta locución sustantiva es femenino: la alma máter; el artículo no toma la forma el como ocurre con el nombre español alma”.
Seco, Manuel. Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española. Madrid, Espasa Calpe, 1992.
Nadie niega la autoridad filológica de los maestros don Manuel Seco y de doña Soledad Moliner. En “el Alma Máter” o “la Alma Máter” ¿quién tiene la razón? En Lingüística, como en todas las ciencias sociales y humanas, el punto de vista crea el objeto. En el caso de las citas, ambos puntos de vista son morfosintácticos; pero discrepan en la función que los autores asignan al término alma; Moliner dice que es sustantivo, mientras que para Seco es adjetivo (no obstante haber dicho que Alma Máter era ‘una locución sustantiva’ latina).

Uno pudiera buscar aliados de uno y otro punto de vista y, finalmente, irse con la mayoría. El problema es que en asuntos académicos no se vota: se opta por un punto de vista según la contundencia de los datos. A favor de alma = adjetivo está don Fernando Navarro (Parentescos insólitos del lenguaje, Madrid, El Prado, 2002): “El artículo determinado femenino únicamente adopta la forma aparentemente masculina el cuando antecede a un sustantivo que comienza por a tónica. La diferencia existente entre la alma máter y el alma de los difuntos es exactamente la misma que existe entre la alba paloma y el alba de un nuevo día”. Es la misma línea están el Diccionario del español urgente de la Agencia EFE y el Diccionario panhispánico de dudas de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.

A favor de alma = sustantivo está don Baldomero Sanín Cano (“La enseñanza del idioma”, en Vélez, Jaime Alberto, El ensayo: entre la aventura y el orden, Bogotá, Taurus, 2000, pp. 90-94): “En rigor, en la frase el hacha, tanto el artículo como el nombre son femeninos. Los artículos el y la son la transformación fonética de los demostrativos latinos ille e illa o, mejor dicho, de sus acusativos illum e illam, según las reglas de cambio de sonidos formuladas por la ciencia. El artículo femenino antiguo fue ela. Decíase ela casa, ela agua, ela águila, y por repugnar al genio de la lengua española (si tal genio existe) la duplicación de vocales se suprimió –en voces como el agua, el águila– el a final del artículo. De modo que cuando se dice el alma, en rigor, se conserva el artículo ela apostrofado. La e del artículo ela desapareció por elisión, como ha desaparecido en otros vocablos”.
  
O sea, cuatro votos a favor de ‘la alma máter’ y dos a favor de ‘el alma máter’. En la misma línea morfosintáctica, yo tengo otra opción: fusionar los dos términos. En la lógica de la composición de nuevas palabras –almamáter sea el caso– los constituyentes verbales, adjetivales o preposicionales pierden su función gramatical inicial para adquirir un estatus sustantivado (como cuando la preposición ‘sobre’ se adhiere al sustantivo ‘todo’, para formar ‘sobretodo’ = gabán, diferente del overol = hispanización de la locución inglesa over all).

A pesar del esfuerzo de los que conceptúan que alma = adjetivo, en la nueva locución almamáter ya no lo es, porque el uso tomó nutricia como sustantivo, sin que máter dejara de serlo; entonces toma el artículo el como ocurre con el sustantivo español alma, porque esa alma ahora no es latina sino hispánica, al ser tanto almus como anima: adjetivo y sustantivo juntos.

Finalmente, no deja de ser llamativo el  aporte de don Baldomero Sanín Cano según el cual el artículo femenino antiguo fue ela. Al escuchar detenidamente la versión de “Así fue” (en Youtube Music) por parte de Juan Gabriel (interpretada inicialmente por Isabel Pantoja), el cantante dice: “Soy honesto con ela [él] y contigo; a ela [él lo] quiero y a ti te he olvidado…”. Lo que quiero señalar es que, en general, los intérpretes mexicanos hacen caso omiso del género gramatical, porque se trata más de una recitación que de una interpretación. Parece que el artículo él le creó cierta incomodidad al cantante, en tanto homosexual confeso, razón por la cual ela le sirvió como refugio. En fin, una palabra nueva queda incorporada a partir de hoy: almamáter.