Al Pueblo se lo están llevando a volquetadas

Cuando no bombean ni hacen drenaje, las canteras se convierten en cuna de vectores de enfermedades, lo que lo transforma en un problema de salud pública

Por: Alejandro Henao

“En nuestra exploración al territorio observamos un notable deterioro del aire, que se manifiesta cotidianamente en una capa de polvo depositada en los espacios de las viviendas circundantes y en las declaraciones de síntomas respiratorios de las comunidades” Consultorio Experimental del hábitat popular. Universidad Nacional.

Una señora entrevistada (que podría ser cualquiera del barrio Hato grande) me cuenta que lo que más le molesta es tener que sacudir más de tres veces a la semana la casa entera. Los vidrios se limpian y al día siguiente aparecen con una fina capa de polvo, como si llevara meses sin ser sacudidos.

El barrio Hato grande se fundó en Abril 1984. Cuando llegó, la empresa de enfrente ya estaba sacando tierra hace rato. Y desde eso hace que las señoras del barrio limpian y limpian vidrios sin parar. Y no hablemos de los árboles de enfrente, cuyas hojas exhiben siempre una opacidad debido a la misma capa de polvo que cubre las ventanas.

Pero no es únicamente Hatogrande, también el barrio la florida padece los ultrajes de la arena. Y no solo  por la que emite la empresa de enfrente, sino por las otras volquetas de las empresas  dedicadas a la misma actividad, ubicadas entre la estación y cabildo. Al pasar van dejando un rastro de arena en el pavimento (que además deterioran). Con el transitar de otros carros levantan un polvillo que queda juguetón en el aire, hasta llegar a posarse en las porcelanas, vidrios y superficies de los muebles  de los vecinos del sector.

“Es sino mirar la entrada de Girardota” dice uno de los presidentes de las juntas de acción comunal de los barrios en cuestión. Y es que, en efecto, como ya lo habíamos publicado el 21 de diciembre de 2011  (ver), la entrada del municipio es una colección de huecos llenos de arena y barro. Observen los árboles de las orillas, miren las entradas de las empresas. 

Pero ojalá el perjuicio fuera no más con las cositas de la casa y las ventanas. En el 2009 varias juntas de acción comunal tenían la idea de gestionar ante la empresa de enfrente un proyecto para la construcción de un sendero ecológico que incluía teleférico y todo. Pidieron el concepto de un grupo interdisciplinario de la Universidad Nacional y la respuesta, fechada el 21 de Octubre del mismo año, dirigida al Secretario de Planeación de la época, Jorge Sossa Cataño, no pudo ser más que acertada:

La tala de árboles disminuye el sistema de retención hidrológica, 
necesario en las riveras de los rios

“En nuestra exploración al territorio observamos un notable deterioro del aire, que se manifiesta cotidianamente en una capa de polvo depositada en los espacios de las viviendas circundantes y en las declaraciones de síntomas respiratorios de las comunidades.”

Agrega el informe que “convendrá reunir a las partes alrededor de esta preferente preocupación por la salud de la población, con prioridad sobre el paisajismo, el que podría dar resultados inútiles y distraerían la correcta función del Estado en cuanto al bienestar y la salud”, además de recomendar un monitoreo epidemiológico, con relación a la afectación respiratoria de la población de Girardota.

Las hojas de los árboles cercanos a las empresas excavadoras,
exhiben una capa de polvo similar a la que se ve en las ventanas de las casas del sector. 

El tipo de extracción de materiales que se lleva a cabo en Girardota, según los “Criterios ambientales para la vivienda y el hábitat en el Valle del Aburrá” publicados por el área metropolitana en Junio del 2005, ha modificado bastante la morfología original de esta zona del valle, por presentar fosas de extracción de material de 35 a 50 metros de profundidad, algunas con presencia de agua lluvia o infiltrada”. Además de resaltar que son “empresas dedicadas a la explotación de oro y arena”.

Modificación de la que somos testigos en los últimos años, cuando en  la vereda El totumo  varias familias  tuvieron que abandonar  el sector porque el rio comenzó a reclamar territorio que le habían robado. Se quedaron sin carretera mucho rato  y el pueblo varios días sin agua.

No es raro que Girardota este clasificada dentro de las “zonas de recuperación por mala calidad de aire”  junto con Itagüí y Medellín. La cifra, alarmante, aparece publicada en el Plande gestión  2008-2011,  área metropolitana, un mejor ambiente (ver plan).

En el mismo estudio se añade que “en 7, de los 10 Municipio del  Valle de Aburrá, las infecciones de las vías respiratorias  figuran entre las diez primeras causas de morbilidad  (dirección seccional de salud de Antioquia, 2005)”.

Es cuestionable el asunto de la generación de empleo para los Girardotanos por parte de esas empresas. Los presidentes de las juntas de acción comunal de  los barrios Hato grande y La florida, coinciden en que pocas son las oportunidades que brindan a la gente del sector, que es la más afectada. Y que la gestión socio-ambiental se reduce a unas cuantas reuniones para llenar planillas de asistencia, razón por la cual han dejado de participar, pues las propuestas para mitigar el impacto ambiental no son del todo serias. 

Los candidatos en campaña expresaron su posición al respecto, cuando en la Casa de la Cultura, el 27 de agosto del 2011, se les preguntó por el tema. Algunos hasta aventuraron propuestas. Interesa la del actual alcalde, quien expuso con propiedad la gravedad y el contexto de la situación (ver video en min. 6:13 ). 

Actualmente se está inciando, a nivel mundial, una movilización alrededor de la problemática. Algunos han sido los triunfos, pero muchas veces parecen estériles los esfuerzos de las comunidades por defender un territorio más sano y por exigir respeto a las riquezas naturales y ambientales, porque ante la locomotora del progreso  poco pueden las razones de la sensatez.