Agua: hacia una política pública

Beatriz Isaza, administradora del acueducto de la vereda La Palma.

Aguas, acueductos veredales y saneamiento básico, un tema de interés no sólo local sino mundial, será socializado en el Concejo Municipal mañana sábado 18 de febrero, a las 5 de la tarde, con el aporte de expertos.

Por Mauricio Hoyos

“Mi nombre es Beatriz Elena Isaza, campesina de la vereda La Palma, estoy inmersa en el tema de los acueductos desde 2005, he inquieta por el acelerado grado de contaminación que el agua viene presentando en los territorios rurales de Girardota”.

Cuenta esta mujer, actual presidenta de la Asociación de Acueductos Veredales de Girardota, desde 2008, poseedora de uno de los conocimientos más fundamentales para el futuro de la humanidad: la administración y gestión del recurso que nos sustenta, sin el cual la vida en la tierra no tendría sentido y que viene siento amenazado por múltiples intereses, el principal de ellos: la inconsciencia de todos respecto al tema.

Ella es la administradora encargada del acueducto de La Palma, que abastece a 300 familias y tiene capacidad para 500; ejemplo de gestión y compromiso, en cuya construcción participó la comunidad, EPM, la Federación de cafeteros, la Gobernación de Antioquia y el municipio de Girardota.

Acueducto La Palma

“Estoy metida desde el campo administrativo del acueducto de La Palma, que es un compromiso grande con el agua y su sostenibilidad para el futuro. Mientras mirábamos pros y contras de esta asociación descubrimos una gran cantidad de falencias en los distintos acueductos rurales, pues pese a que el acceso al agua lo debe garantizar el Estado y es una responsabilidad directa del ente municipal, descubrimos que a través de la historia, los acueductos somos los que hemos asumido este rol, gestionando social y públicamente el agua, para poder llevarla a los territorios. Al tiempo hemos sido los vigilantes de los ecosistemas rurales del municipio, porque a nivel administrativo no hay una política coherente que nos diga o que nos ilustre a futuro inmediato cómo van a ser las soluciones efectivas en materia de agua potable y saneamiento básico. Hemos conocido distintos planes de desarrollo en las últimas administraciones que nos han planteado el 100% de agua potable y se han hecho algunas inversiones, entre comillas, porque no han cumplido su objetivo.

¿Cuáles han sido esas inversiones?

“El tema más preocupante en materia de gastos lo constituyeron los 6 acueductos construidos dentro del periodo 2004-2008, acueductos que supuestamente iban a beneficiar las veredas San esteban, Mercedes Ábrego, San Diego I, La meseta, Portachuelo, donde se gastaron cifras bastante onerosas y no se cumplió el objetivo final. Se habla de alrededor de 2 mil millones de pesos. Comunidades ávidas esperaban una solución con la construcción de estas obras que no cumplieron su objetivo y terminaron llevando a cabo una acción popular. Estuve en varias audiencias donde el municipio explicó que los diseños estaban mal concebidos. Ningún acueducto funcionó, el único que conozco que funciona ahora es el de Portachuelo, porque la comunidad ha sido gestora de aditamentos para que les pueda servir, con dineros de ellos y del municipio. Al de Mercedes Ábrego también le han hecho nuevas inversiones y aún no está en marcha. Pero el más triste de todos es el de San diego I, que nunca han sido utilizado. Yo me tomé la libertad de ir y uno se asombra de ver una construcción en ruinas. Entonces una se pregunta porqué suceden estas cosas. Se proyectan 6 acueductos tan costosos y finalmente no cumplen su objetivo y todo continúa como si nada. Ese era el tema que nos juntó a varios acueductos y esa fue la problemática que más nos sacudió”.

En el municipio hay alrededor de 25 acueductos veredales, 17 de ellos dentro de la asociación. Algunas veredas tienen más de un acueducto. Pero la mayoría no están en las mejores condiciones y tienen muchos inconvenientes.

“No hay que desconocer que los acueductos comunitarios pese a su valor histórico, cultural y social, tienen falencias, pero no son falencias programadas, que se dan por el crecimiento acelerado de la población, además de la parte productiva (agricultura, ganadería, proyectos mineros) que ejerce cierta presión sobre los recursos naturales, hay una cantidad de situaciones que ameritan que la población rural, por lo menos estas juntas administradoras de acueductos, se tecnifiquen un poco más. No es lo mismo la gestión que se hacía hace 6 años, la población era menor. Pero inicialmente no había una política o un plan de acción concebido desde la administración que diga vamos a tecnificar esta población para que se fortalezca y se presente un mejor servicio en condiciones de calidad y continuidad. Nos ha tocado por nuestros propios medios facilitarnos la forma de recurrir a esa tecnificación, de hecho estamos haciendo una tecnología en agua potable y saneamiento básico, algunos acueductos, con miras a ello. Y en vista de esa falencia concebimos la idea de generar una política pública para el fortalecimiento de los acueductos comunitarios mediante acción popular”.

Ya hay mucho camino recorrido, aunque fue largo el papeleo.

“Es muy difícil porque la gente no cree mucho en este tema, para nosotros fue muy duro convencer al señor alcalde (Guillermo Ochoa) para que nos avalara el proyecto de acuerdo, fue muy difícil al comienzo porque bien pudiéramos haberlo intentado a través de un referendo local, pero como estábamos dispersos los acueductos, no había un personal que respondiera por ello porque había que radicar la iniciativa ante la registraduría, agotar una cantidad de firmas, necesitábamos organización. Los acueductos eran como islas, separados, después recurrimos al señor alcalde teniendo el proyecto concebido y estructurado por los acueductos. Le sacamos a relucir que él como los anteriores alcaldes también proyectaba el cubrimiento del 100 por ciento de agua rural. Ya lo veíamos como disco rayado. Quisimos generar un instrumento para ese fin. Se radicó en el concejo, donde encontramos amigos pero también personas que no comulgaban con la iniciativa. Tocó hacer un cabildeo permanente, para que en plenaria pudiera ser viable y finalmente, después de mucho tempo, logramos que el acuerdo llegara a su plenaria y fuese votado por ocho votos contra dos. En ello agotamos prácticamente dos años, hasta el acuerdo, del 30 de agosto de 2009, sancionado el 8 de septiembre. Pasó la revisión de la Gobernación de Antioquia, sin objeción, y nos dimos a la tarea de que se reglamentara. En ello agotamos otro año, se hizo mediante el decreto 95 de 2011 y logramos terminar el año con la instalación de la mesa técnica, que proyecta ese mismo acuerdo, para que eso se haga de manera concertada con las comunidades”.

¿Qué hay en la agenda para este año?

“Nos fuimos dando cuenta entre sí, los acueductos agrupados, sacamos la conclusión de que organizados podíamos lograr mejores resultados y fue así como nos asociamos”.

Este imprescindible proceso se socializará en el Concejo Municipal mañana sábado 18 de febrero, a las 5 de la tarde, con el aporte de expertos en el tema. Allá estará en primera fila Beatriz Isaza.