29 ene 2012

Para la sed del ojo

Fotos de Bibiana Ramírez, Luz Ángela Rúa, Jhony Acevedo, Gustavo Baco y Manuela Guzmán, del taller de fotografía de la Casa de la Cultura, 2011.
Con un conocimiento básico del oficio y una cámara digital, los integrantes del Taller de Fotografía de la Casa de la Cultura (2011) se entregaron a la difícil tarea de cazar instantes fugitivos en Girardota. A propósito del resultado, esto dicen sus autores y autoras:
Luz Angela Rúa
Se tuvieron en cuenta las ruinas de esas casas antiguas y restauradas. Me detuve en rescatar algunos detalles encontrados en cada casa, que hablan de ese pasado que comparado con el presente tienen algo que encanta, algo que nos hace añorar la elegancia y la sobriedad que caracterizaron el siglo XX. Objetos encontrados que nos traen recuerdos.

Jhony Acevedo
Al tomar una foto y llevar a la inmortalidad ese algo o alguien se puede dimensionar lo sublime y definitivo que es fotografiar en el instante preciso. Las imágenes tienen poder. Por medio de éstas se puede definir al mismo fotógrafo, desde lo superficial y lo más que quiere trasmitir cuando toma fotos, hasta lo más intimo de su ser, por tratarse de lo que él ve, de lo que él considera hermoso y de buen gusto, además de lo que ama y defiende.
Es trabajo del observador definir si se es un fotógrafo digno de transmitir lo que pretende con sus imágenes y si logra el objetivo con su cámara.
Algunas de estas fotografías, muestran momentos, otras personas, otras sentimientos que tal vez ya no existen. Pero lo más importante es que muestran el sentir, el pensar, el amar, el mirar y hasta el propio vivir de quien las hizo. Todas concluyen en el deleite de quien las observa y las siente como yo lo hago.

Bibiana Ramírez
Eternidad conjugada para detener este transcurso por la tierra. Lo efímero es bello. Se queda anclado a todos los sentidos en policromías que instigan al movimiento. Es un cuento muy bien narrado este de convivir con la naturaleza. Formas, olores y colores que conspiran para un deleite sobrenatural. Es un éxtasis para el ojo reparar en grandes seres e invisibles en comparación con el cosmos. Allí abajo, en la tierra, está representado todo lo que hay allí arriba, en el gran vacío, ese que miro y miramos tantas veces sin parar, tratando de hacer esta comparación. Las flores, los pájaros y las mariposas crean la receta más hermosa para la gran danza celestial. Olor, canto y color conspiran para que la poesía flote como una burbuja en el aire y reviente de ternura.

Manuela Guzmán
Sueño con verdes cuerpos que se imponen
ante fríos metales fundidos,
celeste verdor, que triunfe el color.